Garrahan: recuerdan la importancia de vacunarse para prevenir y erradicar la hepatitis
Desde el Hospital Garrahan recuerdan la importancia que tiene la vacunación para evitar casos de hepatitis virales. Desde la inclusión de la vacuna contra la Hepatitis A en 2005, y la vacuna contra la Hepatitis B en 2012 en el Calendario Nacional de Vacunación, se evitaron hospitalizaciones de pacientes pediátricos con cuadros complejos en sus hígados, muchos con necesidad directa de trasplante.
En el marco del
Día Mundial contra la Hepatitis el Hospital Garrahan se sumó a la campaña propuesta por la OMS:
La hepatitis no puede esperar.
La hepatitis viral es una inflamación del hígado causada por un grupo de virus que muchas veces pasa desapercibida y que, a lo largo de décadas, puede progresar lentamente hacia una enfermedad hepática grave.
Hay 5 cepas principales de virus de la hepatitis: A, B, C, D y E. Los tipos B y C son los más comunes y ocasionan 1,1 millones de defunciones y tres millones de nuevas infecciones cada año.
El Hospital Garrahan recuerda la importancia de la vacunación para la prevención y erradicación del tipo A y B de esta enfermedad viral, y recomienda a todas las madres, padres y adultos responsables de niños y niñas nacidos a partir de 2004 que verifiquen la aplicación de la vacuna contra la Hepatitis A, y en caso de no tenerla, se acerquen al centro vacunatorio más cercano para que se la apliquen.
El virus de la hepatitis A se contrae cuando una persona come alimentos o toma agua contaminada con el virus o tiene contacto cercano con una persona infectada. En este caso, se produce un cuadro de hepatitis aguda con recuperación total, sin evolución a la cronicidad.
La vacuna contra la Hepatitis A fue aprobada e incorporada al Calendario Nacional de Vacunación en 2005, de forma gratuita, universal y obligatoria para todos los niños y niñas al cumplir los 12 meses de vida. Se aplica una única dosis al año y se encuentra disponible en todos los hospitales y centros de salud del país, así como en el Centro Vacunatorio del Hospital Garrahan.
La importancia de la vacunación se hace evidente con las estadísticas: en Argentina, desde el 2006, no se realizan trasplantes hepáticos en niños por falla hepática fulminante por hepatitis A.
Por otro lado, las Hepatitis B y C son causa de hepatitis crónica. Se adquieren por contacto con sangre de individuos enfermos, por vía sexual, y también existe el contagio intrafamiliar. En niñas y niños, las principales vías de transmisión son la vertical o perinatal, es decir de la madre al hijo. En la infancia pueden ser asintomáticas, pero generar problemas graves de salud durante la adultez, como cirrosis y hepatocarcinoma, requiriendo tratamientos médicos y en algunos casos, el trasplante hepático.
Para la Hepatitis B existe una vacuna, que se aplica en tres dosis, la primera en la o el recién nacido. Las niñas y niños nacidos de madres infectadas con el virus de la hepatitis B deben recibir también gammaglobulina específica dentro de las primeras 12 horas de vida. Para la hepatitis C no existe vacuna, aunque en los últimos años se han desarrollado medicamentos para su tratamiento que ofrecen posibilidades de curación en porcentajes elevados, sólo aprobados para la población adulta.
La implementación de un conjunto de políticas desde el Ministerio de Salud de la Nación ha permitido disminuir en los últimos años los casos de hepatitis B de 60.000 a 500 anualmente. En Argentina se estima que alrededor del 2% de la población, es decir unas 800 mil personas, pudo haber estado en contacto con el virus de las hepatitis B o C.
La forma de detectar las hepatitis virales es mediante un test muy simple, que requiere apenas una extracción de sangre. Esta prueba se realiza en forma específica para cada tipo de hepatitis y está disponible en forma gratuita en hospitales públicos y centros de salud del país.