EL ABORTO MATA A UN NIÑO Y DAÑA SEVERA (Y SECRETAMENTE) A SU MADRE
Por vida
  
Lunes, 12/07/2021
Una joven de 26 años de nombre Ayelén Delgado se suicidó ahorcándose en la puerta de la casa de su novio, en Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires).

La mujer dejó una carta en la que denunció a su novio por malos tratos y por presionarla (en 2018) para matar al hijo de ambos que crecía en su vientre.

La madre de la joven publicó en redes sociales la foto de su hija y se mostró indignada porque ni su novio ni su familia se acercó a la vereda durante las largas horas que tuvo que esperar para que retiraran el cuerpo.

Perdón por todo lo que voy a hacer. Ya no tengo fuerza para seguir. Quiero que quemen todas mis cosas y me quemen a mí. Ya no soy feliz, me cansé de vivir esta vida. Perdón. Los amo. Mi vida está en ruinas por culpa del gordo. Me voy a matar en la misma casa del gordo. Espero que sepan muy bien qué hacer con él”, escribió la joven anunciando lo que haría.

Me obligó abortar –había publicado la joven en sus redes sociales- diciendo que yo lo quería atar con un hijo. Yo lo quería tener, me decía que no le diga nada a mi familia. Yo estaba muy enamorada de él y lo menos que quería era que él se sintiera atado a mí o mal”.

No obstante esta frase, otros relatos de Ayelén muestran que su vida era un calvario junto a su novio.

Es evidente que necesitaba ayuda, contención, soporte emocional y no los encontró: No sólo terminó haciendo lo que no quería (matar a su hijo) sino que por esa cruda decisión y por una relación altamente tóxica se vio angustiada, acorralada y se suicidó.

Me arruinó la vida, todos mis sueños, mis estudios, mi todo y me dejó sola sin nada”, había dicho.

Lamentamos esta situación dolorosa que tuvo que vivir la pobre Ayelén, como la que ahora su familia debe atravesar y esperamos que ninguna mujer se vea sola, desesperada, menospreciada y mal aconsejada como para considerar el aborto de su hijo como una salida válida.

Luchar contra el aborto es, también, estar atento a las mujeres que conocemos para asistirlas y aconsejarlas para que tomen la mejor decisión. Y para formar varones capaces de ser responsables de todos sus actos y que nunca fuercen o faciliten la muerte de sus hijos por nacer.

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