Hordas de izquierdistas atacan procesión en Francia
Por bienaven
  
Martes, 15/06/2021
La semana del 21 al 28 de mayo de 1871 fue conocida como "la semana sangrienta", cuando los comunnards-voluntarios ateos y anticlericales que constituían las hordas al servicio de la Comuna de París- asesinaron a varios rehenes.

Entre ellos se encontraban el Arzobispo de París, Monseñor Georges Darboy, y una veintena de clérigos y religiosos; también había militares defensores del gobierno legítimo, refugiado entonces en Versalles, y otros personajes civiles.

En honor a los mártires de la Comuna se construyó en aquel entonces la iglesia de Notre-Dame-des-Otages (Nuestra Señora de los Rehenes). Entre los religiosos asesinados el 26 de mayo estaba el P. Enrique Planchat, de la Congregación de San Vicente de Paúl, famoso por su caridad, apodado "el padre de los pobres".

Gracias a su memoria, se reanudó el proceso de beatificación de los cinco religiosos mártires, que había sido interrumpido en 1968 a causa de la revolución cultural de la Sorbona y del espíritu de apertura al mundo predicado por los clérigos llamados progresistas.

Para conmemorar el sesquicentenario de la inmolación de estos mártires por odio a la Fe, la Arquidiócesis de París quiso rendirles homenaje con una procesión el 29 de mayo ppdo., que, sin embargo, no llegó a su término.

Con el mismo odio de sus antepasados ideológicos, nuevas hordas atacan a participantes de procesión católica
Con el mismo odio que sus antepasados ideológicos de 1871, nuevas hordas de communards -ahora con un aspecto aún más repulsivo- atacaron a los participantes en la procesión católica, gritando "abajo las sotanas" y "muerte a los versalleses".

Los fieles católicos eran más de 300, pero protegidos tan solo por un solo policía, que los defendió valientemente como pudo. Los revolucionarios lanzaron botellas contra la procesión, hiriendo a dos ancianos, uno de los cuales tuvo que ser hospitalizado.

"Sangre de mártires, semilla de cristianos"
Aunque se alzaron algunas voces en contra de lo ocurrido, la parsimonia con la que se comportaron las autoridades llamó la atención. El Ministro del Interior, responsable de las fuerzas del orden, escribió en su cuenta de twitter que comprende a los católicos, dedicando "sus pensamientos a los católicos de Francia". ¡Y nada más! Recordemos que el pasado mes de abril este mismo ministro visitó una mezquita que había sido objeto de pintadas "islamófobas"...

Por más odioso que haya sido este episodio, podemos extraer del mismo varias lecciones, la principal de las cuales es la conciencia que debemos tener del odio de las fuerzas revolucionarias -las de ayer y las de hoy- contra la religión católica; odio que las hace capaces de emprender otras "semanas sangrientas", para inundar las calles de la Ciudad Luz y de otras ciudades con más sangre cristiana. Pero no olvidemos la famosa frase de Tertuliano: "Sangre de mártires, semilla de cristianos". [n](Por Heitor Abdalla Buchaul -14 de junio de 2021, traducido del portugués de https://ipco.org.br/)[/n]


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