Hipertensión: factor de riesgo cardiovascular que puede agravar los casos de COVID-19
Por buenapraxis
  
Sábado, 15/05/2021
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Prevención de la Hipertensión Arterial (HTA), campaña importante para concientizar que es una de las principales causas de enfermedades vasculares como infarto de miocardio (IAM) y accidente cerebro vascular (ACV).

Es una enfermedad silente que puede cursar asintomática por mucho tiempo, que no tiene cura -aunque sí puede tratarse eficazmente- y solo es detectable mediante controles periódicos. Su prevalencia en personas mayores de 18 años en Argentina es cercana al 37%. Pero si se analiza el subgrupo de mayores de 65 años, la prevalencia supera el 60%.

«En la actualidad se lo considerada el principal factor de riesgo cardiovascular. Trabajar en su prevención es uno de los aspectos más relevantes que podemos hacer desde el sistema sanitario. Incluso en estos momentos de pandemia es sumamente importante mantener los controles. Ya pasado un año, y con la experiencia que ese tiempo nos da, sabemos que la hipertensión supone mayor riesgo de padecer formas severas de COVID-19. Nótese la importancia de la prevención, los controles y la continuidad de los tratamientos», explicó el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.

Los factores de riesgo siguen aumentando año tras año y la enfermedad cardiovascular continúa como primera causa de muerte en el mundo. Muchas veces la realización de chequeos preventivos permite arribar a un diagnóstico precoz y su posterior control evolutivo.

«El envejecimiento poblacional, la mala alimentación, la diabetes, el sobrepeso y obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, así como la dislipidemia, contribuyen al aumento de su prevalencia. Los principales órganos afectados son corazón, cerebro, riñones (entre otros). Si bien sabemos que la enfermedad puede cursar asintomática por mucho tiempo, cuando se manifiesta lo hace a través de síntomas como cefalea, rubor facial, mareos, visión doble, taquipnea, taquicardia, zumbidos en oídos, cansancio, dolor de pecho, o bien, puede debutar directamente con un ACV», relató el especialista.

Una vez que el paciente comienza un tratamiento, es importante que no lo abandone. La presión bien controlada mejora la calidad de vida en múltiples aspectos y la única forma de saber si se tiene presión alta es controlándose.

Cada persona debe conocer sus registros. La educación y el auto-monitoreo son herramientas fundamentales. «En nuestro país el 38,8% de los hipertensos desconocen su enfermedad, el 55,5% están bajo tratamiento y solo el 24,2% se encuentran bien controlados. La presión puede variar por múltiples razones, las mismas deben ser analizadas en cada individuo en particular», comentó el cardiólogo.

Entre las recomendaciones para mantenerla controlada se encuentran:

◾ conocer el valor arterial basal
◾ mantener un peso adecuado
◾ caminar a diario
◾ reducir el consumo de alcohol y de sal
◾ no fumar
◾ controlar otros factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad, el colesterol o la diabetes
◾ tomar los medicamentos indicados por el especialista y no abandonar el tratamiento.

«En tiempos de pandemia (COVID-19), es importante guiar a nuestros pacientes, calmar sus angustias o temores. En INEBA contamos con diversos especialistas para el correcto seguimiento clínico, enfocado en mantener estrecha la relación médico-paciente. La evaluación post COVID, también se ha vuelto crucial. Por consiguiente, el monitoreo, el control y/o el seguimiento no deben interrumpirse en ningún momento», concluyó Reguera.


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