En el año que lleva la ciencia conociendo las afecciones en la salud causadas por la COVID-19, puede asegurarse que se trata de una enfermedad multi-sistémica. Si bien su afección más frecuente y severa es la pulmonar, es bien reconocido el compromiso extra-pulmonar, con afección y manifestaciones clínicas, neurológicas, cardíacas, renales, gastrointestinales y trombóticas, entre otras.
Esta característica hace que en muchos pacientes se desarrolle lo que se conoce como 'Síndrome clínico post COVID', el cual agrupa una serie de manifestaciones clínicas que pueden mantenerse o presentarse más allá del período infeccioso agudo.
«Este síndrome agrupa síntomas o alteraciones clínicas que perduran en el tiempo. Son manifestaciones clínicas que se mantienen en el período post-infeccioso y que se originarían por el compromiso directo que la infección causa sobre diferentes órganos y sistemas del organismo o bien como consecuencia de la internación prolongada que padecen los pacientes con cuadros severos», explicó el Dr. Gustavo Martín Petracca, médico neurólogo y neuropsiquiatra, Director Médico de
INEBA.
Ahora bien, siendo tan amplia la variedad de síntomas, surge una duda: cómo se sabe que se dan por haber atravesado una infección por COVID y no por otras causas.
«La clave es la correlación temporal entre la enfermedad y la aparición de los mismos. Habiendo superado la etapa aguda o crítica de la infección, persisten manifestaciones clínicas tales como tos, falta de aire, fatiga o cansancio; dolores articulares, debilidad y dolor muscular; manifestaciones neurológicas como pueden ser cefaleas, o bien el paciente continúa sin recuperar los sentidos del gusto o del olfato, entre otras cosas. Con menor frecuencia hay pacientes que pueden presentar entre fallas de memoria y dificultad para concentrarse, lo que se conoce como 'niebla mental', mareos, vértigos, estado de ánimo depresivo/ansioso, o alteraciones del ritmo cardíaco como palpitaciones, entre otras», explicó el Dr. Petracca.
Qué seguimiento hacerle al virus
La enfermedad por infección por COVID-19 implica una etapa aguda, que en los casos severos requiere de internación. Una vez superado el período crítico, si bien hay mejoría clínica, no significa que el paciente tenga una recuperación total, ya que pueden persistir síntomas o alteraciones clínicas, manifiestas o no, que requieren de un seguimiento médico para su detección y adecuado tratamiento.
«El seguimiento post COVID-19 consiste en una evaluación clínica integral para detectar y tratar alteraciones o manifestaciones clínicas que perduran más allá del período agudo de la enfermedad. En INEBA consiste en un abordaje multidisciplinario del paciente, sumando los conocimientos de médicos clínicos, neurólogos, cardiólogos y neumonólogos, entre otros especialistas, con experiencia y actualizados científicamente acerca el seguimiento de cuadros post-COVID. Las evaluaciones médicas se complementan con los estudios diagnósticos necesarios», comentó el Director Médico de INEBA.
¿Y si estoy vacunado?
Dado que la vacuna tiene como principal fin prevenir cuadros o formas severas de la enfermedad, sigue siendo aconsejable realizar un seguimiento médico a las personas que hayan sufrido la infección por coronavirus, aún habiendo recibido la vacuna correspondiente. De esta manera se pueden descartar alteraciones clínicas que se mantengan asintomáticas o silentes.
Igual recomendación se aplica a personas que hayan cursado la enfermedad de manera leve o asintomática, ya que las alteraciones, aunque asintomáticas, pueden persistir en el tiempo.