Quemaduras de diversa intensidad, manchas, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel son algunas de las consecuencias que genera una exposición prolongada de la piel al sol. Los profesionales de
DIM Centros de Salud concientizan sobre la exposición solar, los efectos negativos del sol y la manera en que debemos cuidarnos de ellos.
1. ¿Cuáles son los tipos de rayos que afectan la piel?
La luz infrarroja produce calor, penetra y atraviesa la piel llegando incluso al tejido celular subcutáneo. Daña el colágeno, las fibras elásticas profundas y está involucrada en el envejecimiento de arruga profunda.
La luz ultravioleta: Conocida como rayos UV, contiene dos tipos de rayos nocivos que llegan a la tierra, la sobreexposición a cualquiera de ellos puede provocar cáncer de piel. Los UVB llegan a la epidermis que es la capa más superficial de la piel y los UVA penetran a más profundidad tocando la epidermis y llegan a la dermis. Produce el estrés oxidativo, causa en cierta medida el cáncer de piel. También daña el colágeno y las fibras elásticas, siendo responsable de las arrugas y las manchas. La piel es expuesta aproximadamente 20 veces más a los rayos UVA que a los rayos UVB. A diferencia de los rayos UVB, los rayos UVA no se sienten en la piel, ni son filtrados por los cristales o por las nubes.
La luz visible: es la luz blanca que cuando atraviesa un prisma se convierte en arco iris. Puede aumentar la pigmentación en algunas enfermedades como el melasma y el cloasma, que son pigmentaciones relacionadas con la hormona femenina frecuentes en embarazadas y mujeres en edad fértil. También se relaciona con alergias solares y el fotoenvejecimiento.
2. ¿Sólo hay que cuidarse del sol en verano?
Los rayos solares están presentes y afectan la piel durante todo el año, por lo que protegerla es tarea de todos los días, incluso cuando está nublado. La nieve, la arena y el agua reflejan los rayos del sol haciendo que la necesidad de protección solar es mayor. En cualquier actividad al aire libre, incluso en la rutina diaria, el sol puede afectar la piel.
En lugares altos como la montaña la radiación que recibe en la piel es mayor. A mayor altura, mayor exposición a la radiación solar. Las ventanas de vidrio no son capaces de filtrar los rayos UVA. Las personas que pasan la mayor parte del día conduciendo un automóvil y las que trabajan en oficina la mayor parte del día, también estén expuestas.
3. ¿Cuál es el horario y tiempo de exposición al sol recomendado?
El 60% de la radiación UV diaria, se recibe entre las 10 y las 14 horas, lo mejor es evitar el sol durante ese horario. Una buena forma de evaluar es medir el tamaño de la sombra, es decir, cuando es más corta que nuestra altura, hay mayor riesgo de daño solar.
En las horas de la mañana el sol está de manera horizontal, por lo que la sombra que refleja el cuerpo es larga y hay un menor riesgo porque el espesor de la capa de aire protege, filtra y bloquea los rayos del sol. En cambio a mediodía, el sol está arriba, por lo que la sombra que refleja es corta y de muy alto riesgo.
4. ¿Cómo vestirse de acuerdo al tipo de sombra?
- Sombra portátil: ropa, sombreros, lentes solares y protector solar.
- Sombra estática: techos, árbol, media sombra sobre la pileta y sombrillas
Cuando el sol está muy fuerte (sombra corta) es sumamente importante apoyarse con la sombra estática. En caso de caminatas y paseos en los que no se pueda resguardarse, debe usar la sombra portátil, esto pueden reducir el daño de los rayos UV en un 50% o más.
5. Protectores solares: cómo usarlos de manera adecuada?
Elegir el protector solar adecuado: Tener en cuenta el FPS - efecto protector frente a la radiación UVB- ya que es el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al enrojecimiento previo a la quemadura solar (UVB). Por ejemplo, el FPS 50: significa que podemos estar expuestos al sol 50 veces más sin quemarnos en condiciones de laboratorio.
Muchas veces nos dicen que el FPS 30 brinda el doble de protección que el FPS 15, esto no es cierto. El FPS 15 filtra alrededor del 93% de los rayos de UVB, el FPS 30 aproximadamente 97% y el FPS 50 combate el 98& de los rayos solares. Los protectores solares se clasifican en: protección baja, protección alta y protección muy alta 50+.
Habitualmente, cuando aplicamos el protector solar 50+ en la piel es como un tercio de la protección, por lo tanto, no se puede contar 50 veces si no 15-16 veces, tomando en cuenta que con el agua, el sudor o secarse con la toalla disminuye su efectividad. Por ejemplo, un verano a mediodía podría estar expuesto al sol una hora y no mucho más.
El protector solar adecuado debe proteger contra los rayos UVB y también contra los rayos UVA. Los fotoprotectores protegen menos contra los rayos UVA con respecto a la protección que brindan contra los UBV, esto viene definido en el envase con un círculo que engloba UVA, lo que significa que la protección que brindan para UVA es un tercio de la que brinda para UVB.
Debe ser resistente al agua -Water resistant- que es cuando su efectividad alcanza hasta 40 minutos en agua o muy resistente al agua -Water proof- que es cuando su capacidad protectora supera los 80 minutos en agua). Esto significa que el protector solar brinda protección mientras se nada o suda, hasta el momento indicado en la etiqueta. Aunque los fotoprotectores indiquen 'Resistencia al agua', se aconseja repetir la aplicación después de un baño prolongado (más de 20 minutos).
Es muy importante saber que el protector solar a prueba de agua no existe, todos los tipos de protector solar deben volver a aplicarse después de tomar una ducha o de haberse dado un chapuzón en el agua.
Aplicar correctamente el protector solar: La regla de los dos dedos es una manera fácil y sencilla de asegurarte de aplicar la cantidad correcta de protector solar. La medida será la cantidad de protector solar que cubra los dedos medio e índice. Esa cantidad equivalente a dos dedos, debe aplicarse en cada una de las siguientes áreas: cabeza, cuello, rostro, brazo izquierdo, brazo derecho, espalda alta y espalda baja, torso superior, torso inferior, parte superior de la pierna derecha e izquierda, parte inferior de la pierna izquierda y derecha.
Para proteger sus labios se debe aplicar un bálsamo o lápiz labial que contenga protector solar con un FPF igual o superior a 30. No debe olvidarse aplicarlo en la parte superior de los pies, el cuello, las orejas y la parte superior de la cabeza. El protector solar debe aplicarse sobre la piel seca 30 minutos antes de salir al aire libre, y una vez afuera repetir la aplicación cada dos horas aproximadamente, o después de nadar o sudar, de acuerdo con las instrucciones del envase.
6. Las camas solares y otros dispositivos también afectan la piel
Las camas solares son fuente de radiación UV y son causa de cáncer de piel. La mayoría de los solárium utilizan ondas UVA, que penetran profundamente en la piel. Broncearse en un solárium antes de ir de vacaciones a la playa no prepara la piel para el sol natural ni previene las quemaduras solares.
La pantalla de los teléfonos inteligentes, computadoras y otros dispositivos digitales, emiten cantidades significativas de luz azul, que además de interrumpir los patrones de sueño, también puede tener efecto negativo y causar daños en la piel. Este tipo de radiación luminosa está relacionada con la generación de radicales libres en la piel, lo que puede provocar envejecimiento prematuro.
7. Cuidados especiales con los niños
Las quemaduras solares en la infancia aumentan mucho el riesgo de contraer cáncer de piel, es muy importante proteger a los niños de los daños del sol.
Los niños menores de 6 meses no deben ser expuestos a los rayos del sol. Deben permanecer a la sombra y vestirlos con mangas largas, pantalones, sombrero de ala ancha y gafas de sol. Evitar que se sobrecalienten y darles de beber muchos líquidos. Evitar aplicarles protector solar. Si el bebé está inquieto, llora en exceso o presenta enrojecimiento en la piel debe ser llevado al interior.
Bebés y niños mayores de 6 meses: Deben usar protector solar resistente al agua de amplio espectro con un SPF de 30 o más en la piel expuesta, que no esté cubierta por ropa protectora, de acuerdo con las instrucciones en la etiqueta del producto. Cuando estén al aire libre, se debe volver a aplicar protector solar aproximadamente cada dos horas, o con la frecuencia que indica la etiqueta.
Los protectores solares que usan los ingredientes óxido de zinc o dióxido de titanio, o protectores solares especiales hechos para bebés o niños pequeños pueden causar menos irritación en su piel sensible.
8. ¿Qué es la Dermatoscopía y el autoexamen preventivo de la piel?
La Dermatoscopía es un examen que permite, mediante herramientas adecuadas, analizar de manera sencilla estructuras de la piel que no se ven a simple vista. Lo realiza el dermatólogo para detectar anomalías precoces en las lesiones pigmentadas o no pigmentadas y obtener un diagnóstico que diferencie las lesiones benignas de las malignas.
Al autoexamen preventivo de la piel, debe hacerse con frecuencia para ver posibles alertas, como aparición de manchas o crecimiento de lunares fuera del patrón común:
Examinar la parte frontal y posterior del cuerpo frente al espejo, sin olvidar la región interna de las piernas. Las mujeres deben observar también el contorno de las mamas. Observar los laterales del cuerpo con los brazos levantados. Con la ayuda de un espejo examinar los codos y axilas.
Verificar las manos incluyendo las uñas. También los pies incluyendo las plantas, talones y uñas. Con la ayuda de dos espejos examinar la cara, cuello, cabeza, cuero cabelludo, hombros, encima de los brazos y espalda. Con un espejo de manos inspeccione nalgas. Use también el espejo para ayudar a examinar los genitales.
9. Cáncer de piel - génesis y tipos más comunes
Cuanto más prolongada es la exposición al sol, menos tiempo tiene la piel para poner en marcha sus mecanismos de control. Exponerse al sol produce mutaciones en el ADN celular, debido a que fallan los mecanismos de reparación naturales que tienen las células mientras se multiplican.
Esas mutaciones activan los 'oncogenes', en condiciones normales esos genes podrían regular la multiplicación de las células, al estar mutados pierden esa capacidad y las células se multiplican sin control y se produce el cáncer. El proceso es igual para todos los cánceres, pero en el caso del cáncer de piel el factor que produce las mutaciones es el sol.
10. Tipos de cáncer de piel
Melanoma: Es el tumor cutáneo muy agresivo, afecta con frecuencia a pacientes jóvenes. Puede comprometer piel, uñas, mucosas (oral, genital), sistema nervioso central, tracto genital inferior y ojos. Diagnosticado precozmente, casi siempre es curable, en caso contrario puede producir metástasis y llevar a la muerte.
Señales de alerta: aparición de nueva lesión, pigmentada o rosada, cambios de la coloración, cambios de tamaño, sensación anormal (prurito, ardor, dolor, etc) o sangrado.
Cáncer de piel no melanoma:
1. Carcinoma basocelular: es el cáncer más frecuente de todos (50% de los cánceres a nivel mundial). Su crecimiento es lento y sin el tratamiento correspondiente puede destruir localmente y extenderse. Casi no produce metástasis. Se cura con el tratamiento adecuado.
Señales de alerta: Herida que sangra y no cicatriza. Mancha rosada o área irritada que no desaparece. Presencia de bulto rosado de borde elevado que crece lentamente o de cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.
2. Carcinoma espinocelular: es el segundo cáncer de piel más frecuente. Compromete piel, mucosas y semimucosas. Está asociado a quemaduras, cicatrices, heridas crónicas. Tiene lesiones 'precursoras' (queratosis actínicas) y puede producir metástasis a distancia.
Señales de alerta: Herida abierta que no cura o cicatriz áspera, costrosa y sangrante, que no cura. Elevación circunscripta que aumenta de tamaño rápidamente. Crecimientos de piel similares a verrugas de superficie rugosa.
Ref: Dra. Lorena de Fabriziis y la Dra. Luciana Pane, profesionales de DIM Centros de Salud