El pasado 28 de octubre, la Fundación INECO en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo, llevaron adelante el primer Simposio virtual Internacional de Neurociencias y Bienestar abierto a toda la comunidad alrededor del mundo, con más de 17.000 personas inscriptas provenientes de más de 43 países. El evento reunió a destacados expertos en variadas disciplinas de distintos lugares del mundo que expusieron las claves para transitar la actual crisis mundial por el coronavirus.

Luego de una introducción del reconocido neurólogo Facundo Manes, presidente de la Fundación Ineco, se dio paso a distintos líderes mundiales en áreas como sociología, medicina, psicología, neurociencias, antropología, musicología, entre otras; quienes realizaron un intercambio interdisciplinario nunca antes visto para abordar esta necesidad global.

«El bienestar en gran parte se construye. Pero, ¿Cómo lo logramos?» comenzó disertando el Dr. Manes, dando inicio a un espacio multidisciplinario de conocimiento. «Vamos a salir más resilientes y más fortalecidos de esta pandemia. Esto se ha visto en crisis anteriores y, si bien hay muchas cosas que no están bajo nuestro control, sí podemos encontrar mayor bienestar con actitudes cooperativas pro sociales que pueden corrernos del pesimismo imperante», afirmó.

En esa línea, avanzaron los paneles con reconocidas personalidades como el Dr. Renato Oliveira de Souza, Jefe de la Unidad de Salud Mental para la Región de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); la Dra. Florencia López Boo, economista líder en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el Dr. Richard Davinson, Profesor, Investigador y Fundador del Center for Healthy Minds de la Universidad de Wisconsin- Madison; Abigail Marsh, Profesora de Psicología, Neurociencias, y Ciencias Cognitivas en Universidad de Georgetown; Carol Graham, Investigadora en Brookings Institution y profesora de la Universidad de Maryland y Carmelo Vázquez, Catedrático de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid, entre muchos otros profesionales notables.

«Los factores de distanciamiento y aislamiento en el marco de la pandemia traen consecuencias en la salud mental, porque hay más miedo, más angustia e incertidumbre. Hay también estigma social y exclusión de personas enfermas y personal de salud. No existen hasta el momento muchos estudios, pero sabemos que probablemente vamos a tener un aumento de la incidencia de trastornos mentales», sostuvo el Jefe de la Unidad de Salud Mental para la Región de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y señaló que la salud mental tiene que estar integrada en todos los aspectos de la respuesta a la pandemia: en la comunicación, el sistema de salud, la inteligencia epidémica y en las medidas de salud pública.

La iniciativa de Fundación INECO y el BID desarrolló diversas temáticas de interés como la actividad física y el cerebro, el envejecimiento activo, el rol de las nuevas tecnologías, los traumas y la resiliencia; los recursos humanos (RRHH) y el bienestar en el trabajo, entre otros. Cada tópico fue reinterpretado en el marco de la realidad que nos interpela y los efectos que la misma ha provocado en nuestra salud mental y funcionamiento cerebral.

«Necesitamos saber cómo la pandemia afectó los comportamientos y la mente de la gente» dijo Florencia López Bóo, economista líder en la División de Protección Social y Salud del BID. Como también mencionó el Dr. Manes, se suele relacionar al bienestar con la juventud, sin embargo, muchas veces los adultos mayores son quienes reportan mayores niveles de felicidad. La Dra. López Bóo sostiene que a partir de encuestas realizadas, los más afectados en materia de salud mental durante la pandemia, son los jóvenes y las personas de menores ingresos; y que en toda América Latina, quienes son padres sufren más estrés que los adultos sin hijos. Las mamás son las que más padecen dado que el cuidado de los chicos pequeños y la escolaridad no presencial recae mayoritariamente en ellas».

En este mismo panel, la investigadora Carol Graham y la psicóloga y neurocientífica Abigail Marsh, compartieron con el auditorio distintos estudios realizados en Estados Unidos. Las investigaciones referidas por Graham, reportan que los países Latinoamericanos tienen menos estrés que los estadounidenses y que la neurociencia es imprescindible para que las sociedades funcionen correctamente.

Por su parte, Marsh se refirió a diferentes estudios, que muestran asociaciones positivas entre el bienestar y el altruismo. Las personas altruistas se preocupan por el bienestar de los otros y suelen ser más empáticos.

En relación al contexto actual, Carmelo Vázquez, de la Universidad Complutense de Madrid, considera que la situación actual del mundo nos dejará un importante aprendizaje, haciéndonos más fuertes y resilientes, provocando lo que se denomina "crecimiento post-traumático".

La COVID-19 disparó un estado de ansiedad generalizada y esto trajo ciertas emociones como inseguridad, depresión, problemas de sueño, e incluso, aumento en el consumo de sustancias, entre otras. Así lo expresó la Dra. Lewina Lee, quien sostuvo que dado que la salud mental se ha visto impactada de forma negativa, los individuos deben apelar al optimismo y "lograr un estado de felicidad, trabajando activamente para ello".

En esta misma línea, uno de los recursos recomendados por los especialistas es la musicoterapia. Suzzane B. Hanser sostuvo durante el Simposio que la música ayuda e influye en el estado de ánimo. «Podemos hablar de reacciones increíbles ante la música. Llegamos a todas las partes del cerebro incluida la ínsula donde encontramos el sistema nervioso simpático y parasimpático. Los efectos de la música, pueden ser muy positivos para sentir, procesar y mejorar nuestras sensaciones».

De la misma manera, Kay Norton sostiene que «cantar activa más regiones del cerebro que hablar y que esto ocasiona diversos beneficios como el fortalecimiento del sistema inmune, mejoramiento en el estado anímico y la generación de oxitocinas y endorfinas».

Asimismo, el profesor de ciencias biológicas, David Raichlen, quien también participó en la mesa sobre buenos hábitos para alcanzar el bienestar, se refirió a la actividad física, y aseguró: «El ejercicio puede promover una mayor actividad en el hipocampo del cerebro e impactar positivamente sobre las funciones cognitivas».

La resiliencia como recurso para afrontar los desafíos del COVID 19 y el trabajo en la nueva normalidad

Respecto al bienestar, Richard Davidson, profesor de la Universidad de Wisconsin - Madison, resaltó que se debe trabajar para cultivarlo y de esa manera generar positividad en nuestra mente. Esto se logra a través de los cuatro pilares fundamentales: «La conciencia (la capacidad de regular nuestra atención y de conocer que está haciendo nuestra mente), la conexión (la calidad o cualidades para las relaciones saludables), el insight (el autoconocimiento), y tener un propósito (encontrar el sentido de nuestra vida)».

Los especialistas también agregaron que la vida cotidiana se encuentra afectada por esta nueva normalidad, por lo tanto, no puede dejarse de lado el bienestar en el trabajo. Dos de las cuestiones que ayudan a mejorarlo son las relaciones sociales y obtener ciertos resultados que sean significativos. «Las personas que tienen fuerte resiliencia son conscientes de que la vida a veces nos trae momentos buenos y otros no tanto. Ver la foto más amplia los ayuda a superar los momentos difíciles», dijo el experto en motivación y felicidad en el trabajo, Joaquín Viñas.

«Si bien la nueva normalidad afecta la vida de las personas, de manera positiva o negativa, no debe dejarse de lado la importancia y la necesidad de optimizar el bienestar de la sociedad. Entonces ¿Cómo logramos el bienestar? aceptando las emociones negativas, estableciendo metas, trabajando la auto aceptación y creando hábitos saludables», concluyó Facundo Manes.

Todas las charlas del Simposio llevadas a cabo el 28 de octubre estarán disponibles de forma libre y gratuita en https://ineco-evento.web.app/ hasta el 15 de noviembre inclusive.