El home office o teletrabajo, la nueva modalidad laboral que se instaló a causa de la pandemia por el coronavirus, puede derivar en daños para el organismo. Los motivos son varios: lugares inadecuados para mantener buenas posturas, jornadas extendidas frente a la pantalla y falta de pausas para relajar tensiones.
Para llevar a cabo buenas prácticas de trabajo a distancia, lo ideal es adoptar normas y estándares ergonómicos. De esta forma, se evitarán lesiones de cuello, espalda, cintura y manos. ¿Cómo se hace? Adaptando, reestructurando o acomodando el espacio laboral no tradicional para que se vuelva el más conveniente.
«En la situación específica de teletrabajo, se presentan reglas básicas de ergonomía como guía posible y realizable en cada uno de los domicilios. Por ejemplo, el ajuste de la posición de la notebook para que quede a la altura de los ojos», afirma Martín Rodríguez, presidente de la Asociación de Ergonomía Argentina.
Horas frente a la PC
Adaptar o acondicionar el espacio laboral no requiere de costosos dispositivos o soportes, tan sólo hará falta un poco de ingenio para configurar adecuadamente la estación de trabajo. De esta forma se podrá garantizar un ambiente seguro y cómodo, protegiendo así las condiciones de salud físicas, psicológicas y de bienestar de cada trabajador. Van recomendaciones clave:
✔ Colocar la pantalla del escritorio a la altura de los ojos. De esta forma, se impedirá agachar el cuello y encorvar la espalda.
✔ Ubicar el teclado a la altura de los codos. Esta será una posición más cómoda y relajada para trabajar.
✔ Elevar la notebook o laptop sobre una base. Para evitar encorvarse cada vez que se requiera utilizar el dispositivo electrónico, será ideal incorporar un zócalo de libros por ejemplo que le dé un poco de altura y estabilidad. Se sugiere, también, incorporar un mouse y un teclado inalámbrico para poder trabajar de forma más cómoda.
✔ Alumbrar el ambiente de trabajo. Se recomienda emplear buena iluminación para no forzar la vista. De ser posible, luz natural. También, ubicar el monitor o pantalla de forma perpendicular al ingreso de luz natural. Esta posición disminuye la probabilidad de deslumbramientos en el campo visual ya sean directos o indirectos por causa de la luz solar.
✔ Cuidar la postura. La espalda siempre debe estar recta, para evitar posibles dolores y lesiones durante la jornada de trabajo.
«También se aconseja trabajar alejado de fuentes de ruido exterior, ya que dicho contaminante promueve la desconcentración y es fuente de estrés», agrega Paolo Bandeo, secretario de la Asociación de Ergonomía Argentina.
El especialista, además, hace hincapié en otro aspecto que hace a la ergonomía del trabajo desde casa. Se trata de, cada 20 minutos, «mirar hacia un punto que esté alejado de la pantalla. Aproximadamente, durante 20 segundos».
Este tipo de pausas permite relajar la vista y contribuirá a la productividad en el trabajo. Lo mismo sucederá con los intervalos para comer, ya que ayudarán a renovar la energía y a que descanse el sistema auditivo y el neuromuscular, produciendo, además, mayor oxigenación en el metabolismo.