Parkinson y COVID-19: qué recaudos deben tomar quienes sufren esta enfermedad neurodegenerativa
Por buenapraxis
  
Jueves, 09/04/2020
El Parkinson afecta principalmente a las personas mayores de 60 años. Esta edad coincide con la del principal grupo de riesgo definido para el COVID-19. Qué se sabe al momento y cómo deben cuidarse los pacientes durante la pandemia.
El 11 de abril se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson y en el contexto de la pandemia de coronavirus, el Dr. José Luis Etchverry, neurólogo de INEBA, responde preguntas de pacientes que sufren este deterioro neurodegenerativo.

La enfermedad de Parkinson (EP) es un proceso neurodegenerativo complejo que aparece en la edad adulta y que constituye la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente luego de la demencia tipo Alzheimer. Su etiología es desconocida y, en términos generales, la causa subyacente sería la combinación de factores ambientales y genéticos.

La mayoría de los pacientes son mayores de 60 años y su aparición se da de forma esporádica, siendo el envejecimiento el principal factor de riesgo. Este dato no es menor en el contexto actual ya que esta población coincide con la población de riesgo determinada para el nuevo coronavirus, ya que se estableció como principal grupo de riesgo a las personas de más de 65 años de edad y con comorbilidades.

A medida que este nuevo virus respiratorio continúa propagándose por todo el mundo comienzan a surgir las preocupaciones de las personas con EP en relación a lo que esto podría significar para ellos y su salud.

Para la mayoría de las personas el COVID-19 causa síntomas leves, similares al resfriado común, pero para otros puede causar síntomas más significativos, como dificultad para respirar y neumonía.

Si bien no se sabe aún cómo afecta el virus a las personas con Parkinson u otras enfermedades neurológicas, sí se sabe que los adultos mayores y las personas con afecciones médicas graves, como enfermedades cardíacas o pulmonares, pueden tener un mayor riesgo de sufrir una enfermedad más importante.

Hoy nadie es experto en COVID-19 y Parkinson, y la información al respecto cambia a diario, pero el Dr. José Luis Etcheverry (MN 103758), médico neurólogo de INEBA especializado en Enfermedades Raras, Enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento, ofrece respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes que recibe de los pacientes con Parkinson en el marco de la pandemia.

¿Deberían las personas con Parkinson estar más preocupadas por contraer COVID-19 que otras personas?
Por un lado, el COVID-19 es como una gripe muy, muy mala. Aún estamos aprendiendo más sobre cómo se propaga, las probabilidades de obtenerlo, cómo podemos tratarlo.

Por otra parte, debido a que el Parkinson es tan individualizado, es difícil hacer una declaración general aunque lo que sí se puede recomendar es que si el paciente no está seguro de a qué categoría pertenece, hable con su médico, aunque todos deben tener cuidado y no correr riesgos en vano.

Tener Parkinson por sí solo puede no aumentar el riesgo de contraer COVID-19 ni tampoco implicar el desarrollo de una enfermedad más importante si uno lo contrae.

A modo de ejemplos, si un paciente tiene 50 años, está recién diagnosticado y de otra manera, sano, se le debe pedir que tome las precauciones estándar. Pero si el paciente es mayor y tiene un Parkinson avanzado que afecta significativamente su movimiento, o si tiene otras afecciones como enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, es posible que deba tomar más precauciones, como no viajar o evitar las visitas médicas de rutina.

¿Hay formas específicas en las que el COVID-19 podría afectar a alguien con Parkinson de manera diferente a alguien que no tiene?
Todavía no conocemos detalles sobre cómo el virus podría afectar a una persona con Parkinson, pero cualquier infección (del tracto urinario, una neumonía o una gripe) puede empeorar temporalmente los síntomas de la enfermedad. Por lo tanto, alguien con COVID-19 probablemente vería un aumento en sus síntomas habituales, como podrían ser más dificultades para moverse o más tiempo "apagado".

Es importante tener en cuenta que el tratamiento del COVID-19 se enfoca en controlar sus síntomas: tos, fiebre y dolor; ya que todavía no existe un tratamiento que se dirija al virus en sí.

Por eso es importante no automedicarse y siempre hablar con el médico tratante o farmacéutico de confianza antes de tomar cualquier medicamento, incluidos los de venta libre. Algunos remedios para la tos y el resfriado no deben tomarse con ciertos medicamentos para el Parkinson (inhibidores de la MAO-B, como Azilect / rasagilina o Xadago / safinamida), por lo que siempre es bueno verificarlos.

¿Deberían cancelar sus visitas regulares al médico?
Esto depende de los síntomas, la edad del paciente y el modo de transporte a la visita. Tener Parkinson y ser mayor no significa que no se pueda salir en absoluto, aunque es importante recordar que siempre puede llamar y hablar con su médico sobre cualquier cosa que esté sucediendo.

¿Deberían los enfermos de Parkinson quedarse en casa y evitar todas sus actividades?
Si es mayor de 60 años y tiene una enfermedad médica grave, como cáncer, enfermedad cardíaca, diabetes o cualquier otra que comprometa su sistema inmunológico, es posible que desee limitar sus actividades externas.

¿Qué debe hacer si se siente enfermo?
Si tiene síntomas, como tos, fiebre o falta de aire, llame a su médico, sala de emergencias local o atención de urgencia. Ellos podrán aconsejarle qué hacer a continuación y/o prepararse para su llegada.

¿Debe abastecerse de medicamentos?
Algunas prepagas y obras sociales están levantando las restricciones que generalmente permiten un solo suministro de un mes de ciertos medicamentos a la vez. Si es posible, es bueno intentar tener un suministro de medicamentos para al menos dos o tres meses.

Si el costo es un problema, como puede ser para muchas personas, la recomendación sería asegurarse de tener un suministro de al menos un mes y hablar con su médico y farmacéutico sobre otras opciones. Y recibir sus medicamentos en casa, ya sea por la entrega de su farmacia local o mediante un servicio de entrega a domicilio / delivery para evitar salir a comprarlos.

¿Qué más pueden hacer las personas con Parkinson para prepararse?
Consultar con su sistema de soporte y asegurarse de tener una red de personas a las que pueda llamar para hacer pedidos si necesita alimentos u otros suministros.


Por buenapraxis