El coronavirus puede infectar a cualquier persona, pero las mayores de 60 años, especialmente de 80, son particularmente vulnerables y tienen más probabilidades de enfermarse gravemente. Algunas recomendaciones son aplicables a cada generación, pero existen precauciones específicas que los adultos mayores deben tomar para proteger su salud, ya que su sistema inmunitario se debilita con la edad.

«Un anciano contaminado, es una persona en alto riesgo. La situación para estos pacientes es preocupante. Se puede frenar si hacemos medidas drásticas entre todos, no solo del personal de salud, requiere la colaboración de todas las personas que tienen contacto con los ancianos. Si logramos estas barreras de aislamiento, podemos contener lo que puede llegar hacer una catástrofe», expresó el Dr. Diego Bigatti, médico especialista en Clínica Médica y Geriatría de DIM Centros de Salud.

La tasa más alta de mortalidad es entre las personas mayores, particularmente aquellas con antecedente médicos respiratorios o diabetes. De los casos confirmados en China, por ejemplo, 15% de los pacientes mayores de 80 años han muerto.

«Sabemos por otros países, que la población realmente vulnerable son los ancianos. La tasa de mortalidad en niños es del 0%; la tasa de mortalidad en adultos jóvenes es del 0,4%, es decir, se muere 1 adulto joven cada 200 contagiados. En general fallecen personas con antecedentes respiratorios, tabaquistas crónicos, EPOC o que tienen antecedentes inmunológicos, diabético crónico o trasplantado. El grupo de los ancianos en su conjunto -pacientes de más de 60 años- tienen una tasa de mortalidad global del 15%, es decir 1 de cada 5 ancianos fallece. Pero, si agarramos aquellos que tienen edades entre 75 y 85, la tasa de mortalidad puede llegar al 50%, es decir, 1 de cada 2 contagiados fallece. Estamos ante una gran catástrofe para los ancianos si no hacemos las medidas preventivas», continuó el Dr. Bigatti.

El especialista de DIM Centros de Salud explica que el periodo de incubación de este virus es en promedio entre 5 y 6 días, puede ser menos o llegar a 15. Asimismo, puede que una persona no presente síntomas, pero sea fuente de contagio para otras personas. Lo recomendable es quedarse en casa.

«Dado que para los ancianos el virus es de alta contagiosidad y mortalidad, deben tener un gran aislamiento social. Evitar en lo posible concurrir a salas de espera, farmacias, el banco, a reuniones familiares que no sean imprescindibles o cualquier otro evento donde estén en contacto con una gran cantidad de personas. Si no es posible evitar ciertos contactos, deben tener estrictas medidas de higiene de manos y respiratorios para evitar que se contaminen».

El DR. Diego Bigatti explicó que las personas que están viviendo en geriátricos se encuentran en hacinamiento, por lo que si ingresa el coronavirus generará una gran cantidad de enfermos y una alta mortalidad. Para ello es necesario:

1. La prohibición absoluta de cualquier persona con cuadro febril o con un cuadro respiratorio. «Ni hablar de aquellos que tuvieron contacto con alguien sospechoso o confirmado de coronavirus o que estuvo de viaje o con alguna persona proveniente de los países con la pandemia».

2. Evitemos por completo la afluencia de personas a los hogares de ancianos. «Salvo de estricta necesidad o alguna persona que esté bien de salud y no ha estado en contacto con ninguna persona con cuadro febril o respiratorio. Pero, lo mejor es evitar en lo posible las visitas a los geriátricos».