El uso racional de psicofármacos mejora la socialización y estado físico en mayores con demencia
Por buenapraxis
  
Jueves, 06/06/2019
El uso racional de psicofármacos mejora la socialización y el estado físico de los mayores, según un estudio de la Universidad de Dartmouth, en Estados Unidos, y Sanitas Mayores (España) a partir de los datos de pacientes de 45 residencias de la compañía. El informe, publicado en Journal of the American Geriatrics muestra que reducir la medicación en pacientes con demencia tiene numerosos beneficios para la salud.

"Los residentes se han mostrado más activos; a medida que se reducían las dosis, los mayores participaban en mayor número de actividades. Además, lo hacían de forma más proactiva, interactuando con los demás participantes y socializando mejor", explicó el director de Innovación Médica en Sanitas Mayores, Pedro Cano.

Asimismo, han señalado que desde la puesta en marcha de esta iniciativa, en los centros de Sanitas Mayores se han registrado menos caídas y menor número de lesiones graves asociadas.


También ha habido un menor número de los efectos secundarios de los psicotrópicos, como son somnolencia o efectos cardiovasculares y, además, una reducción de las interacciones perniciosas con otros medicamentos que tienen consecuencias como potenciación de efectos, reacciones cruzadas, sobremedicación.

En el estudio, que se ha llevado a cabo durante 18 meses, se han analizado datos reales anonimizados con una frecuencia semanal y se ha estudiado la reducción de antidepresivos, antipsicóticos, bezodiacepinas y opiáceos.

El control del uso de benzodiacepinas y los antipsicóticos es la que más beneficios positivos ha aportado a los residentes. Este dato tiene especial importancia ya que estos medicamentos son precisamente los más utilizados en España con fines restrictivos en pacientes con demencia, generalmente para evitar conductas desafiantes.

En el proyecto han participado más de 1.600 residentes de entre 70 y 99 años con demencia. Por ensayo aleatorio controlado, se han implementado tres tipos diferentes de intervenciones: reuniones de coordinación, criterios stopp-start y ayudas a la decisión clínica.

Los resultados de todas fueron positivos, aunque "la aplicación de los criterios stopp-start ha registrado mayor ratio de éxito. También porque, al basarse en unos criterios clínicos validados internacionalmente, dan mucha más seguridad a los profesionales sanitarios en la práctica médica habitual y a la hora de trabajar con las familias", concluyó el responsable de Sanitas Mayores.


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