Caminos que se cruza
Por lourdes
  
Lunes, 27/12/2021
Traten de imaginar el mapa de sus pisadas durante un día. Es decir, imaginen que dejan marcada una huella por cada paso que dan, y traten de visualizarlas como si estuvieran puestas en un plano. Incluyan las pequeñas caminatas adentro de la casa, entre la cocina, el dormitorio y el living (¿cuántas veces en un día se hace ese trayecto?), y también los desplazamientos más largos (al trabajo, a la casa de un amigo, a hacer las compras). Aunque uno no tenga esas aplicaciones tecnológicas que calculan las distancias recorridas, uno se da cuenta, a simple vista, que todos damos muchas vueltas en un día…. Ahora traten de imaginar su propio mapa de pisadas entremezclado con el mapa de otras personas. Tal vez con nuestros familiares, ambos mapas se superponen varias veces. Habrá momentos en que los senderos se cruzan, otros en que se ponen paralelos y situaciones en las que se detienen a la par. Pero con las personas más lejanas, tal vez nuestros pasos nunca se entrecruzan, porque andamos por lugares distintos, porque hacemos otros recorridos, porque somos de otro lugar… o incluso porque evitamos cruzarnos.
¿Qué hacemos con esas distancias, con esos caminos que nunca se cruzan? Como comunidad, sentimos que tenemos un desafío al que Dios nos invita: ser un lugar de encuentro y de comunión, un espacio donde podamos conocernos y enriquecernos mutuamente con nuestras diferencias. Por eso, preparando la fiesta de la Virgen de este año, venimos reflexionando el lema:
“Junto a María, tendamos puentes para el encuentro”.
En nuestras familias, muchas veces la casa de la madre es el lugar donde nos encontramos todos. Tal vez los hermanos no se visitan mucho y hasta pueden tener sus diferencias. Pero todos van a la casa materna, que se transforma en un punto de encuentro y celebración. Bien lo saben los que ya perdieron a sus madres y tuvieron que volver a elegir cómo y dónde reunirse. La parroquia es esa casa de madre, donde se cruzan nuestros caminos, donde todos recurrimos para pedir y para agradecer, para llorar y para festejar. Por eso queremos pedirle a María que nos ayude a seguir tendiendo puentes que hagan que los caminos se crucen y se mezclen. El día 11 será uno de esos días donde nos encontramos, nos reconocemos como hermanos y celebramos la alegría de compartir un trozo del camino. Por eso los invitamos a participar de esta fiesta, ya que en una familia todos somos importantes e irremplazables. ¡María nos espera!

Personalmente, me toca irme despidiendo, ya que desde el mes de marzo estaré en otra comunidad parroquial. Ya tendremos oportunidad de celebrar estos años compartidos, pero hoy quisiera dirigirme a aquellos con quienes nuestros caminos se cruzaron por medio de este boletín. Tal vez a muchos no los conozco personalmente o tuvimos pocos encuentros Gracias por permitirme entrar en sus casas con unas palabras que intentaron ayudarnos a reflexionar y pensar. Gracias porque muchas veces he sentido el agradecimiento y la valoración. Espero que Oscar, el nuevo sacerdote, pueda encontrar un lugar en esta familia tan linda y que entre todos puedan ayudar a que se sienta parte de esta comunidad. ¡Un abrazo agradecido!
P. Willy


Por lourdes