Dejar de moverse podría tener impactos negativos en la salud cerebral
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buenapraxisLunes, 06/08/2018
Las pautas médicas actuales más generales respecto del running, o de ejercicios similares como las caminatas, recomiendan por semana cerca de 150 minutos de intensidad aeróbica moderada o bien 75 minutos de intensidad aeróbica alta. Esto debe ser distribuido a lo largo de toda la semana. Un trote de dos horas y media sólo en domingo no es óptimo si no se hace nada durante los otros seis días. La consistencia es clave cuando se trata de un ejercicio cardiovascular.
El ejercicio es especialmente relevante además para la salud del cerebro. Uno de los beneficios del ejercicio es que mejora la circulación, lo cual provoca que se bombee regularmente sangre al cerebro a lo largo del día, según lo publicado en un reciente estudio de la revista científica Frontiers in Aging Neuroscience.
En la investigación se le pidió a corredores habituales de entre 50 y 80 años que, en la medida de lo posible, dejaran de moverse durante diez días. Estas personas habían corrido por lo menos cuatro horas a la semana durante más de 15 años. Tras varios análisis, se encontró que en tan sólo diez días se había producido una pronunciada disminución del flujo sanguíneo al cerebro.
Los autores del estudio detectaron que la disminución ocurre en ambos lados del hipocampo, área responsable de la formación de memoria y su procesamiento.
Por último, el estudio sostiene que mantenerse activo sería una buena forma de evitar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El ejercicio resultó particularmente importante para la salud del cerebro porque aumentó el flujo de sangre no solo durante la actividad misma, sino durante el resto del día.
Los autores del estudio destacaron que se necesitan más pruebas para elaborar conclusiones.
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