Cristo Resucitado
Por peregrinos
  
Sábado, 05/05/2018
En el camino al cementerio se encuentra un Cristo de bronce con los brazos extendidos, el cual representa la Resurrección de Jesús. Se erigió allí en el año 1998 en Pascua. De forma inexplicable brota agua incesantemente de una de sus rodillas.

En un ambiente de silencio y recogimiento, es conmovedor ver a tantos peregrinos esperando su turno para tomar agua en los pañuelos. Muchas sanaciones se atribuyen al agua que sale de la rodilla.

Es un lugar elegido por los peregrinos para la oración personal, preferentemente a la noche o a la madrugada. Basta quedarte en silencio mirando a Jesús Resucitado, para que podamos comprender que Cristo venció a la muerte, y que cada uno de nosotros podemos si seguimos a Cristo y oramos, enfrentar nuestras pequeñas muertes cotidianas en la esperanza confiada y serena de la resurrección.

Los peregrinos a través de un encuentro fecundo con Cristo han cambiado el rumbo y sentido de sus vidas. Esta experiencia con el Dios que da la Vida, los llevo como los primeros cristianos a hacer el anuncio de que Cristo camina entre nosotros.

“Yo soy la Resurrección y la Vida, El que cree en mi, aunque muera, vivirá y todo el que vive y cree en mi, no morirá jamás. (Juan11, 25)


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