El riesgo de picaduras por insectos aumenta en el verano, por lo que hay que tomar más precauciones en esta época. En especial, las personas alérgicas.
Para la mayoría de la gente, abejas, avispas, hormigas, mosquitos o tábanos pueden ser insectos molestos, e incluso hay quienes les tienen temor porque sus picaduras pueden ser dolorosas. Pero existe un grupo para el que, además, son peligrosos. Se trata de quienes desarrollan una reacción alérgica al veneno que estos bichos liberan en la piel a través de su aguijón o por medio de una mordedura, apunta el Manual para entender la alergia, escrito en conjunto por el Dr. Claudio Parisi, jefe de la sección Alergia del servicio de Clínica Pediátrica del Hospital Italiano, y la periodista Luciana Díaz.
Se estima que entre el 1 y el 7% de la población experimentan este tipo de respuestas exageradas del sistema inmunitario ante las picaduras de ciertos insectos. La manifestación más frecuente es inflamación y dolor persistente alrededor de la picadura durante más de un día.
Por lo general, esta reacción no requiere más que limpieza (con agua y jabón) y aplicación de frío, aunque en casos más complejos pueden indicarse antihistamínicos o corticoides. También pueden producirse reacciones generales, cuyos síntomas pueden incluir ronchas, ahogo, edema, baja de presión, o cuadros más graves como reacción anafiláctica y shock.
Y un tercer tipo de respuesta alérgica puede expresarse con fiebre, urticaria, dolor en las articulaciones y ganglios inflamados.
Abejas mieleras, abejorros, avispas y hormigas coloradas pertenecen al orden de insectos himenópteros y a ellos suelen estar involucrados en la mayoría de los casos de alergias por picaduras.
En caso de picadura, si el insecto dejó el aguijón en la piel, hay que tratar de retirarlo inmediatamente (raspándolo suavemente con la uña, una tarjeta o un cuchillo) con el saco incluido para evitar que penetre más veneno, explican los autores del manual.
Aconsejan, además, desinfectar y poner hielo en la zona y estar acompañado por alguien que pueda ayudar en caso de que se produzca una reacción sistémica (si eso ocurre, por más que los síntomas desaparezcan, hay que buscar atención médica).
Para evitar ser picados, los pacientes alérgicos deben tomar una serie de precauciones, que no bastan con la aplicación de repelete. A continuación, las consignadas en el manual:
- Las abejas son atraídas por las flores, y las avispas por la comida o la basura, por lo que hay que actuar con precaución al trabajar en corrales y manejar basura, o en cualquier actividad al aire libre (excursiones, picnics, campamentos, práctica de ejercicio).
- La persona alérgica no debe andar descalza por el jardín, el campo o exteriores ya que muchas avispas tienen los nidos en el suelo. Tampoco conviene que usen ropas sueltas por las que puedan penetrar insectos. Se recomienda vestir pantalones largos y utilizar guantes en los trabajos de jardinería.
- Los insectos son atraídos por los colores vivos o claros y los motivos florales. Es preferible llevar ropa oscura (gris, verde, caqui).
- Evitar perfumes, lociones, jabones, colonias y preparaciones aromáticas para el pelo.
- Comprobar si hay insectos en el auto antes de arrancar y mantener las ventanillas cerradas.
- No hacer movimientos rápidos o bruscos ante los insectos. La mayoría no pican a no ser que sean provocados.
- Si sufrió previamente una reacción sistémica grave debe llevar en todo momento una pulsera o medalla que indique su alergia al veneno de himenópteros.