¿Qué son?
La ansiedad es un sentimiento generalizado de preocupación. Cuando se da sin razón aparente en forma de miedo excesivo a un objeto, de un ataque repentino de pánico o de una preocupación constante, se trata de un trastorno de ansiedad.
Según las características, el trastorno de ansiedad se conoce como:
ataque de pánico,
fobia,
trastorno obsesivo compulsivo (TOC),
estrés postraumático o
trastorno de ansiedad generalizada.
¿A quiénes afecta?
Aún se investigan los factores de riesgo pero se estima que hay un factor hereditario.
El ataque de pánico, el estrés postraumático y la fobia específica afecta a las mujeres más que a los hombres en el doble de los casos.
El TOC y la fobia social los afecta por igual. Cualquiera de estos trastornos puede surgir en cualquier edad.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento se basa en medicamentos y en diversas terapias que permiten actuar sobre los distintos patrones de pensamiento o que ayudan a enfrentar las situaciones u objetos temidos.
¿Cuáles son los síntomas?
Quien sufre de un ataque de pánico, puede experimentar la mayoría de los siguientes síntomas:
- Terror fuera de control
- Palpitaciones
- Transpiración
- Mareo
- Sensación de adormecimiento en las manos
- Náuseas
- Dolor en el pecho
- Miedo a perder el control
- Ahogo, falta de aire, hiperventilación, dificultad para respirar
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Los síntomas aparecen en general de manera repentina. La persona puede sentir también que está teniendo un ataque cardíaco, que está a punto de morir o que se no puede controlar lo que le está ocurriendo.
Además este desorden puede aparecer acompañado de otros como son: depresión, adicción a las drogas o al alcohol.
Las personas que sufren de ataques de pánico sufren mucho dado que no los pueden predecir y viven temiendo la aparición del próximo episodio. Con frecuencia evitan los lugares donde ocurrieron los ataques. Empiezan así a dejar de hacer distintas actividades y cada vez se afecta más su calidad de vida profundizando sus miedos y pudiendo desarrollar otros nuevos.
✔ TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)
¿Cuáles son los síntomas?
La persona con este síndrome obsesivo compulsivo se siente constantemente invadida por pensamientos negativos (obsesión). A su vez, tiene una necesidad irreprimible de realizar rituales variados que calman momentáneamente su ansiedad pero que alteran su vida social (compulsión).
Se tiene la convicción de que si no siguen ciertos rituales algo malo va a sucederle a él o a sus seres queridos. Se preocupa por el orden, la limpieza y la simetría y necesita chequear cosas de manera repetitiva o incluso en una secuencia específica.
Quien tiene TOC es siempre consciente de que los rituales son irracionales pero dejar de hacerlos le genera muchísima ansiedad. Se siente abrumado y en los casos más graves deja de lado sus responsabilidades habituales para cumplir con estos rituales.
Un caso habitual es la obsesión con los gérmenes y la suciedad. La persona siente la compulsión de lavarse las manos todo el tiempo o de evitar tocar cosas que pudieran estar "infectadas".
También es común obsesionarse con la idea de que algún extraño puede entrar a la casa. La persona actúa compulsivamente trabando y destrabando las puertas repetidas veces para asegurarse de que haya quedado bien cerrada.
Este síndrome puede aparecer acompañado por depresión, por otros desórdenes de ansiedad y por desórdenes alimenticios.
Es un trastorno de la ansiedad que aparece en los casos en que la persona fue víctima de un hecho traumático. Puede ser que haya estado en peligro su vida o las vidas de sus seres queridos o bien puede ser que simplemente fuera testigo de algo violento que le ocurrió a extraños.
Los hechos traumáticos que pueden desatar este tipo de estrés son:
- Asalto
- Violación
- Tortura
- Secuestro
- Abuso infantil
- Accidentes de tránsito
- Accidentes aéreos
- Bombardeos
- Desastres naturales como inundaciones o terremotos.
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¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más evidente es la tendencia a revivir en su mente el hecho traumático de manera continua y vívida. Puede ser en forma de un olor, una imagen, un sentimiento o un sonido. El disparador puede ser una puerta que se cierra o el ruido de un auto. La persona es transportada de repente al pasado y pierde por ese momento contacto con el presente. Siente que está viviendo esa experiencia una vez más.
Otros síntomas son irritabilidad, pérdida de interés por realizar actividades que le resultaban amenas y dificultad para expresar afecto.
Es normal que todo aquel que ha sido víctima de un hecho violento sufra algunas de estas características. Si las mismas no desaparecen al cabo de tres meses se considera que se está en presencia de la enfermedad.
Este síndrome puede aparecer acompañado por abuso de drogas, depresión y por otros desórdenes de ansiedad.
Puede tratarse de fobia social o de una fobia específica a un objeto.
La fobia social provoca mucha ansiedad ante situaciones de todos los días donde se debe socializar con otros. Se tiene la sensación de ser observado y juzgado por todos. La ansiedad aparece previa al encuentro. Se manifiesta como incomodidad y vergüenza durante el evento social. Y luego, el malestar puede perdurar durante varios días en forma de preocupación o humillación.
Los eventos sociales que disparan esta ansiedad pueden limitarse a una situación en particular o bien a cualquier situación en donde deba interactuar con extraños.
En el caso de la fobia específica, se sufre un miedo intenso e irracional a un objeto que no representa peligro alguno. Las fobias más comunes son a volar, a las alturas en general, a los perros, a las arañas, a los lugares cerrados, a los túneles, a sumergirse en el agua y a la sangre.
¿Cuáles son los síntomas?
En ambos casos la persona es consciente de que su miedo es irracional pero sólo pensar en enfrentarlos le produce inmensa ansiedad. Por eso un síntoma típico es el tratar de evitar la situación u objeto que produce miedo. Esto puede interferir con actividades diarias como son ir al colegio, ir a trabajar o salir con amigos.
Otros síntomas típicos de quien experimenta esta ansiedad extrema son: sudoración, palpitaciones, náuseas, temblores, rubor y dificultad para hablar.
Estos síndromes pueden aparecer acompañados por depresión y por otros desórdenes de ansiedad.
✔ Trastorno de Ansiedad Generalizada
¿Cuáles son los síntomas?
La persona con este síndrome se preocupa constantemente por temas de la vida cotidiana: el trabajo, la salud, la situación económica. Están siempre anticipando lo peor y sólo llegar al final del día representa una tarea tediosa.
Otros síntomas son la dificultad para concentrarse, relajarse o dormir. También presentan irritabilidad, dolores de cabeza, tensión muscular y náuseas.
Una persona debe presentar estos síntomas durante 6 meses antes de poder ser diagnosticado con el síndrome. Otros desórdenes de ansiedad, depresión y abuso de drogas pueden acompañar a este trastorno.