Consejos para pacientes asmáticos durante el verano
Por buenapraxis
  
Lunes, 02/01/2017
Es una creencia muy generalizada en la población que “el asma no ataca en verano”. Esto provoca que muchos pacientes suspendan la medicación durante los meses de mayor calor, para “descansar del tratamiento”. Pero una recaída puede perjudicar los beneficios alcanzados sobre la inflamación bronquial y poner al paciente en riesgo.

El Dr. Sebastian Wustten, excoordinador de la sección Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), aclaró que “si bien el asma tiene más frecuentemente sus crisis y complicaciones en el período invernal, es una enfermedad crónica y por lo tanto se puede poner plazos o periodos en su tratamiento”.

Agregó que el objetivo que se persigue con el tratamiento es conseguir un buen control de la afección, al evitar los síntomas y las crisis con los menores efectos secundarios y con la menor dosis de medicación posible.

La ausencia de síntomas no es equivalente a ausencia de asma, ya que la inflamación y la hiperreactividad bronquial subclínica siguen presentes a pesar de que los pacientes no sientan nada. La suspensión del tratamiento de control o preventivo aumenta los riesgos de presentar crisis asmática si las condiciones ambientales cambian repentinamente o el paciente se ve expuesto a un factor desencadenante.

“No debemos olvidar que hay muchos factores disparadores de crisis asmática que son independientes de las condiciones climáticas. Estos son sustancias que actúan como irritantes respiratorios como por ejemplo gases, humo de tabaco, polución ambiental, ocupacional, productos de limpieza, lacas, desodorantes, olores fuertes, cambios bruscos de temperatura y aire acondicionado, entre otros”, indicó el Dr. Wustten.

Otro concepto erróneo que también lleva a la suspensión del tratamiento es el de “descanso del tratamiento inhalatorio diario” para evitar el acostumbramiento. El experto aclaró que la utilización diaria de los inhaladores no solo no perjudica ni hace que la medicación pierda efecto, sino que además permite poder controlar el asma y reducir progresivamente la cantidad de medicación necesaria.

“Por todo esto es fundamental que el paciente asmático no tome decisiones solo y siga las indicaciones de su médico neumonólogo”, resaltó el miembro de la AAMR, a la par que indicó que “seguramente hay quienes podrán reducir la medicación, pero hay otros que deberán continuar con igual esquema de tratamiento”.

El clima de verano es más propicio para los asmáticos, pero de ninguna manera significa que el asma no ataca en verano y de ningún modo justifica la suspensión del control y tratamiento.

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