887 motivos (por lo menos) de no haber votado a Hillary Clinton
Por secretosaldesnudo
  
Miercoles, 09/11/2016
1. Ochocientos ochenta y siete abortos diarios
Hillary Clinton es una entusiasta del aborto y nunca lo ha ocultado. Todo lo contrario. En su carrera política -y más aún desde que inició la lucha por la candidatura en el Partido Demócrata- ha tomado el aborto como una de sus grandes batallas. (“Los bebés no tienen derechos constitucionales”; “Una mujer debería tener el derecho de abortar incluso horas antes del nacimiento”; “Pediré que se aumente la asistencia económica a los centros abortistas, ya lo he estado haciendo desde hace tiempo”) son algunas de sus frases más destacadas.

Más allá de sus declaraciones, como secretaria de Estado ha supeditado las ayudas económicas a países en vías de desarrollo -especialmente de América Latina- a la aprobación de leyes favorables al aborto.

Hillary es cómplice de la masacre de inocentes. Solo la multinacional abortera Planned Parenthood destruyó en el curso 2014-2015 323.999 vidas humanas. Esto significa 887 abortos al día, 37 en cada hora. Esos 887 abortos son otros tantos motivos para impedir que tan peligroso personaje llegue a la Casa Blanca.

2. Planned Parenthood: dinero sangriento
La simbiosis entre la gran multinacional del aborto y Hillary Clinton está fuera de dudas. La presidenta de Planned Parenthood, Cecile Richards, ha financiado con generosidad la candidatura de Clinton a la presidencia.

El gigante del aborto -organización sin ánimo de lucro, eso dicen- ha destinado al menos 50 millones de dólares a la campaña de Hillary. Por ello no extraña que la demócrata haya planteado que el gobierno subvencione todos los abortos a las futuras madres que no se lo puedan costear. Circunstancia que repercutiría positivamente en las arcas de Planned Parenthood. Así funciona el lobby.

3. Emails, un peligro para la seguridad nacional
Aunque parezca mentira la prensa norteamericana ha desvelado -tarde, pero lo hizo- que la candidata demócrata se ha tomado a la ligera el envío de información reservada.

Los correos electrónicos con información clasificada del Departamento de Estado que Clinton envió desde su servidor privado -según el propio FBI, una “negligencia extrema”- han sido interceptado por al menos cinco servicios de inteligencia extranjeros. Un descuido impropio de quien aspira a ser presidenta del Gobierno.

4. Fundación Clinton: donaciones sospechosas
La Fundación de Bill y Hillary Clinton es una de esas instancias opacas necesitada de luz y taquígrafos. Durante las últimas décadas, la fundación ha recibido 3.000 millones de dólares en donaciones, y no todas tenían un origen claro.

Se trata de una gigantesca red clientelar y de tráfico de influencias, montada sobre las relaciones del matrimonio Clinton con el mundo político, financiero y empresarial. Un experto de Wall Street, Charles Ortel, llegó a decir que la Fundación es “una vasta conspiración criminal”.

Según Julian Assange, el Estado Islámico se ha creado con dinero de países árabes que, a la vez, financian a la Fundación Clinton

Y el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha confirmado que el movimiento terrorista del Estado Islámico ha sido creado “mayoritariamente” con el dinero de varios países de Oriente Medio que a su vez financian a la Fundación Clinton.

Assange señala que, según se desprende de un correo electrónico de la candidata demócrata, Hillary Clinton, enviado en 2014 a John Podesta, jefe de su campaña electoral, el Estado Islámico “es financiado por los Gobiernos de Arabia Saudita y Catar”, cuyo dinero es “difundido por todas partes, incluidas las instituciones mediáticas”.

¿Será cierto? El tema merece, como poco, ser investigado a fondo.

5. Tiene enfilados a los cristianos
No lo disimula lo más mínimo. Clinton concibe a la Iglesia católica y a los cristianos en general como un obstáculo a la agenda del Nuevo Orden Mundial que pretende imponer la Ideología de Género y la cultura de la muerte.

No le falta razón. El cristianismo es, en efecto, el gran obstáculo de un plan totalitario que pretende minar la familia como base de la civilización. Y ella quiere removerlo. Razón más que suficiente para no votar a la candidata.

“Tenemos que cambiar las creencias religiosas y las estructuras de parcialidad” ó “Los cristianos usan sus creencias para agredir a los ciudadanos gays y lesbianas” son algunas de las frases que revelan la animadversión de Hillary hacia los cristianos.

6. El desastre de Bengasi
Una de las mayores sombras de la carrera política de Hillary es su papel pasivo cuando, en septiembre de 2012, el consulado de EEUU en Bengasi (Libia) fue atacada por terroristas. En el ataque murieron el embajador Christopher Stevens, y otras tres personas.

Los republicanos dijeron que Clinton, que entonces era secretaria de Estado, se había negado a conceder las mayores medidas de seguridad que, supuestamente, le habrían pedido los diplomáticos destinados a Libia antes del ataque de Bengasi.

Era la máxima responsable de la diplomacia americana y reaccionó tarde y mal ante aquel ataque. Algo que muchos ciudadanos norteamericanos no le perdonan.

7. Gadafi ‘killed’, peor el remedio que la enfermedad
Como secretaria de Estado apoyó explícitamente las revueltas surgidas durante la llamada Primavera Árabe -que acabaron con Mubarak en Egipto, Gadafi en Libia y propició la sangrienta guerra en Siria que aún no ha terminado y que desembocó en la llegada a Europa de más de un millón de refugiados-. Todo ello ha demostrado con el tiempo, un gravísimo error, y es una de las mayores losas que pesan sobre la trayectoria política de Hillary.

Ni hubo “democrática oposición” en Siria, ni hubo jóvenes moderados en Egipto, ni tampoco los que derrocaron a Gadafi en Libia eran mejores que él. Las consecuencias a la política exterior estadounidense son Estado Islámico y el ascenso de otros grupos terroristas de signo yihadista. Gadafi era un tirano, pero también un muro de contención… y promover su caída y muerte fue un error y un fiasco. Peor el remedio que la enfermedad.

8. Mintió… hasta sobre su salud
¿Qué le pasa a Hillary? Más grave que cualquier enfermedad es que la candidata demócrata haya mentido en reiteradas ocasiones sobre el verdadero estado de su salud. También en este caso la mayoría de la prensa contribuyó a tapar el asunto, claro. Hasta que las evidencias (como muestra este vídeo) han sido evidentes. Según su doctora, Lisa Bardack, la candidata demócrata padeció un golpe de calor en aquella ocasión, pero lo más grave es que está enferma de neumonía.

9. ¿República o dinastía?
Si Hillary Clinton se convierte en la próxima presidenta de Estados Unidos y Michelle Obama -como ya se especula en la prensa de Estados Unidos- hace lo propio en los próximos años, la calidad de la democracia norteamericana quedará en entredicho: en 40 años -desde 1989 hasta más allá de la próxima década- tres familias se habrán repartido el poder.

De confirmarse esta premisa, Bush padre e hijo, Bill Clinton y su esposa Hillary, y Barack Obama y Michelle Obama no habrían dejado entrar aire fresco en el despacho oval en casi medio siglo.


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