Cómo reconocer la dislexia según la edad
Por buenapraxis
  
Sábado, 27/08/2016
Detrás de un niño con dificultades en la lectura y en la escritura puede haber un menor disléxico. Un pequeño con problemas de comprensión y que se distrae con facilidad no necesariamente está desinteresado o requiera más esfuerzo para incorporar sus conocimientos. Un joven que fracasa en la escuela puede ser el resultado de un padre y un docente que fracasaron antes, al no detectar que se trataba de un estudiante que requería otro tipo de ayuda.

Es que el niño disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de actividades. De ahí que tanto padres como educadores califiquen esta conducta como desinterés y presionen al menor para lograr un mayor esfuerzo de su parte, ignorando al realizar estas tareas que ellos pueden sentirse como si cualquier persona se viera inmersa en una clase de escritura china.

"La dislexia es una deficiencia de la lectura, la escritura y el aprendizaje. Su causa es una alteración de las zonas cerebrales del lenguaje. Afecta a un 5% de los niños de 7 a 9 años, sobre todo varones. Se le atribuye una base genética y no está relacionada con la inteligencia. Sus manifestaciones son muy variadas, dependiendo de la edad del niño y de la intensidad del trastorno. Se pueden observar déficits en las funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, las áreas motrices y el habla", explicó la psicopedagoga María Trinidad Iglesias Musach, autora de Temas de Psicopedagogía Infantil.

La especialista destacó que "en la etapa preescolar ya se pueden detectar alteraciones significativas en el lenguaje, la motricidad, la percepción y la falta de madurez en general, por lo que, sabiendo que se 'cura' sólo con el paso del tiempo, se requiere de un diagnóstico temprano para poder ayudar al niño oportunamente".

Y tras remarcar que "para entender qué ocurre en el cerebro de un niño con dislexia, conviene explicar de manera sencilla cómo funciona éste y cómo se lleva a cabo el proceso de la lectura", la especialista detalló que "el cerebro humano está formado por dos hemisferios, derecho e izquierdo, que se comunican entre sí y cada uno está especializado en ciertas funciones".

"El izquierdo se especializa en los procesos de lenguaje, mientras que el derecho en la información visual y espacial -puntualizó-. Además, no trabajan exactamente del mismo modo, sino que el hemisferio izquierdo procesa la información secuencialmente, o sea, unos datos tras otros, mientras que el derecho lo hace simultáneamente, o sea, muchos datos a la vez".

Y ahondó: "Al leer, se combinan los dos tipos de estrategias en el manejo de la información por ambos hemisferios. Pero en los niños disléxicos, la disfunción o fallo en el hemisferio izquierdo afecta la velocidad de procesamiento de la información, lo que incapacita al niño para procesar cambios rápidos de estímulos o sucesiones, tanto en el área visual como auditiva".

Conocer cuál es la alteración concreta que causa la dislexia es más difícil. Los enfoques cambiaron en los últimos 30 años y actualmente, los estudios se centran en la relación existente entre el lenguaje hablado y el escrito, intentando comprender la naturaleza y la calidad del análisis fonema grafema, es decir la relación pronunciación-escritura y la automatización durante la lectura. Si bien hay distintos tipos de dislexia de acuerdo a las alteraciones presentadas, se atribuye al fallo fonológico la base patogenética de las dislexias.

Ahora, bien, ¿cuáles son los síntomas que deben alertar a padres y educadores? "La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, por lo tanto evolutivo y los síntomas cambian a medida que el niño crece. Así ya es posible apreciar en la etapa preescolar pequeños detalles o signos que pueden hacernos sospechar que un niño es disléxico -explicó Iglesias Musach-. Entre los 6 a 12 años los síntomas son más evidentes, o al menos, más conocidos. A partir de los 12 años se hacen muy claras las alteraciones del aprendizaje. Para que un niño sea disléxico, no es necesario que presente todos los síntomas que a continuación se detallan, aunque tampoco lo es por observarse sólo alguno de ellos".

"Si un niño no habla de manera adecuada y no es atendido para que pueda superar sus dificultades antes del inicio del aprendizaje de la lectura y escritura, será un alumno en riesgo de presentar una dificultad específica de aprendizaje: sus posibilidades de fracaso escolar serán difíciles de compensar y su compromiso emocional será una limitante en sus logros para toda la vida", explicó Isabel Galli de Pampliega, doctora en fonoaudiología.

Preescolares (niños de 3 a 5 años)
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Escolares (niños de 6 a 11 años)
De 12 años en adelante


¿Cómo puede ayudar el educador?
Iglesias Musach destacó que "ante todo, debe recordar que su actitud debe ser positiva y constructiva, ya que para tener éxito en los estudios el alumno disléxico sólo requiere una enseñanza diferente. Si bien sus necesidades particulares deberán ser atendidas por un profesional especializado en dislexia, le será muy útil la aplicación de las siguientes estrategias para aprender".

"Los propios docentes tildan de vagos a los alumnos o los consideran problemáticos y perturbadores dentro del aula. Pero la dificultad para leer, que se asocia frecuentemente con la dificultad para escribir y hablar, compromete siempre e indefectiblemente la atención: la falta de atención es consecuencia de la dislexia y no la causa de su dificultad lectora; los alumnos disléxicos se cansan más rápido porque realizar una tarea les supone cinco veces más de energía que a sus compañeros. Copiar del pizarrón, por ejemplo, es una actividad agotadora para ellos", agregó Isabel Galli de Pampliega.

¿Cuándo un alumno tendrá dislexia?
Todo educador perspicaz, que sabe que se trata de un síndrome muy complejo, deberá estar atento a la aparición de algunas y no todas, de las dificultades enumeradas a continuación:
Sobre si la dislexia afecta las demás áreas del aprendizaje escolar, la especialista destacó que "sin duda que sí y de ahí la necesidad de actuar tempranamente para evitar que el trastorno invada y se extienda a todas las áreas de estudio del niño".

Sugerencias didácticas para el alumno disléxico
Organizado por la Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (Fleni), los próximos 15 y 16 de septiembre se realizará un simposio de "Dislexia y nuevas tecnologías", destinado a especialistas en psicopedagogía, psicología, fonoaudiología, docentes y médicos.

Tendrá lugar en el auditorio de la sede de Belgrano de la institución y por informes e inscripción, los profesionales interesados podrán contactarse a spanighini@fleni.org.ar. Además, entre el 23 y el 24 de septiembre, se llevará a cabo el IIº Congreso Argentino e Iberoamericano de Dislexia y DEA en el Centro de Convenciones Arturo Frondizi (Vicente López).


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