Pensamiento mágico
Por adagio
  
Viernes, 05/08/2016
El pensamiento mágico consiste en una forma de pensar y razonar, basada en supuestos informales, erróneos o no justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta.
Básicamente consiste en atribuir un efecto a un suceso determinado, sin existir una relación de causa-efecto comprobable entre ellos.
Esto es, por ejemplo, lo que sucede con la superstición y diversas creencias populares.


En un sentido más técnico se puede describir como una forma de razonamiento que consiste en utilizar la lógica de las operaciones mentales sobre la realidad externa para explicar el funcionamiento de esta última.
De esa manera el pensamiento mágico proyecta las propiedades de la experiencia psicológica (finalidad o intención, por ejemplo) sobre la realidad biológica o inerte.
También puede considerarse pensamiento mágico a la transferencia de conceptos derivados de la observación biológica a la forma en que opera la naturaleza inanimada.

La consecuencia es que el sujeto (o el grupo social) atribuye relaciones causales entre acciones y eventos no conectados entre sí, y que el consenso científico no acepta como válidas.
En religión, religión popular y superstición, la correlación es un presupuesto que relaciona rituales religiosos, oraciones, sacrificios u observancias de un tabú con ciertas expectativas de beneficio y recompensa.
En psicología clínica puede causar que un paciente experimente miedo de realizar ciertos actos o albergar ciertos pensamientos debido a que asume una correlación entre aquello y terribles calamidades.
El pensamiento mágico puede conducir a creer que pensamientos personales per se pueden ocasionar efectos en la realidad o que pensar en algo equivale a hacerlo.
Es por tanto un tipo de razonamiento causal de falacia de causa cuestionable que busca relaciones insignificantes de fenómenos (coincidencias) entre actos y eventos. El pensamiento mágico genera la creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente aceptadas.

Forma parte del desarrollo normal del niño, y durante siglos la ciencia más avanzada de su época mostró rasgos de pensamiento mágico, como el teleologismo aristotélico.

Por otro lado, el pensamiento cuasimágico describe "casos en los que sujetos actúan como si creyeran erróneamente que sus acciones influencian los resultados, aun cuando no lo crean realmente".


DEFINICIÓN DE PENSAMIENTO MÁGICO

Antes de entrar de lleno en la explicación del significado de pensamiento mágico, es necesario que procedamos a determinar el origen etimológico de las dos palabras que conforman el término.
En concreto, al hacerlo descubrimos las siguientes características:
Mágico, por otra parte, es lo perteneciente o relativo a la magia (el arte que busca producir resultados contrarios a las leyes naturales). La magia puede ser una ciencia oculta con pretensión de realidad o un espectáculo que intenta engañar al espectador con trucos y ardides.




La noción de pensamiento mágico hace referencia a una forma de pensar que se basa en la imaginación, las tradiciones, las emociones o la fe, lo que hace que sus expresiones carezcan de una argumentación lógica.

Además de todo lo expuesto tendríamos que resaltar el hecho de la existencia de un libro que toma en su título el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “El año del pensamiento mágico”, publicado en 2005 y galardonado con el prestigioso Premio Nacional de Estados Unidos a la mejor obra de no ficción.
Joan Didion es la autora de este trabajo que a título personal nos acerca a cómo la vida puede cambiar en tan sólo unos segundos. Y es que nos narra como una familia aparentemente feliz y tranquila recibe pronto varios y trágicos mazazos: la muerte del padre y el estado de coma de una de las hijas. Dos situaciones muy graves que harán que los miembros de la familia no sólo tengan que replantearse la vida sino cambiar los conceptos e ideas que tenían hasta ese momento acerca de la existencia.

Para la psicología, el pensamiento mágico es un raciocinio causal.
En este sentido, la superstición forma parte de este pensamiento. Por ejemplo: una persona cree que los gatos negros traen mala suerte.
Una tarde, tras cruzarse con un felino de este tipo, tropieza y se quiebra la pierna. Para el supersticioso, la lesión obedece a la maldición de los gatos negros (ya que la caída fue una consecuencia del encuentro con el animal).
Quien tiene un pensamiento racional, en cambio, considerará que la persona se cayó por pisar mal o por estar distraída.

La utilización de amuletos también obedece al pensamiento mágico. Un sujeto puede afirmar que una determinada camisa le trae suerte ya que, una vez que la usó, encontró cien pesos en la calle. Luego utilizó dicha camisa decenas de veces sin que le ocurra nada extraordinario, pero sin embargo su pensamiento mágico seguirá asociando la camisa a la buena suerte.


Buscar patrones repetitivos en lo que nos sucede, usar amuletos para tener suerte en el juego o en los negocios. Los rituales son aspectos del pensamiento mágico.

Pedro está jugando a la ruleta, y está perdiendo pero está seguro saldrá el número 11 porque algo en su mente le hace pensar será así, tenía fe en el número 11 ya le había ha dado suerte en otras ocasiones. Esto es un ejemplo de pensamiento mágico. La persona cree tener un control sobre lo que saldrá en la ruleta cuando en realidad no es así.

Una forma de explicar los acontecimientos que nos pasan en base a interpretaciones erróneas sobre las causas y sus efectos. El pensamiento mágico es consustancial a las sociedades primitivas que trataban de explicar lo que no podían entender a través de ritos o costumbres que les hacían pensar tenían algún control sobre los acontecimientos.

Marjaana Lindeman, psicóloga de la Universidad de Helsinki, define el pensamiento mágico de forma sencilla. Es como si todo el mundo pensara que tiene propiedades mentales, y que sus pensamientos se pudieran trasmutar al mundo físico.




El pensamiento mágico hoy sigue siendo habitual aún de manera anecdótica, ¿conoces a alguien que piensa que una determinada ropa la da suerte?, ¿o a alguien que evita el número 13? ¿o a que se ilusiona con Papa Noel o los Reyes Magos? Estos son ejemplos de que el pensamiento mágico esta presente en nuestras vidas.
Los horóscopos, las supersticiones, los rituales para atraer o alejar la mala suerte, los amuletos y talismanes. Las distintas religiones también tiene un componente de pensamiento mágico. El animismo o pensar que objetos o elementos de la naturaleza tiene vida propia es parte del pensamiento mágico.
En Psicología y psiquiatría el paciente que tiene un pensamiento mágico puede llegar a manifestar trastorno obsesivo compulsivo así como psicosis. Estas personas se siente dominadas por un temor irracional, temen hacer cosas que les acarreen daños. Tienen miedo a sus propios pensamientos porque piensan les pueden acarrear desgracias.
O por el contrario creen que haciendo determinada acción todo cambiará y la suerte les sonreirá. Creen sus actos tendrán relación con el resultado final, no es el azar es su propia intervención.


BUSCAR PATRONES EN LO QUE NOS SUCEDE


Cualquier persona a largo de su vida puede haber tenido creencias irracionales que la llevan a tener pensamientos mágicos. El ser humano usa los patrones o cosas que tienden a repetirse como estrategia de supervivencia. Si unas frutas de determinada forma y color son venenosas tratará de evitar cualquier fruta que se le parezca y lo trasmitirá a su grupo.
Paul Rozin de la Universidad de Pennsylvania y Nemeroff apoya que contagio mágico puede ser un rasgo de nuestra evolución, el miedo a los gérmenes, y otros amenazas aparentemente imprevisibles habrían favorecido este contagio mágico. En este caso este contagio sería una creencia útil para nuestra supervivencia.
Si hacemos algo y después de ese hecho tenemos suerte podemos pensar que ha sido por vestirnos con determinada ropa, haber comido algo en particular o llevar un amuleto.


LOS SUCESOS DE IMPORTANCIA PERSONAL


Los sucesos importantes para la persona con gran carga de emotividad, pueden llevarnos al pensamiento mágico. En la Universidad de Lancaster el psicólogo Eugene Subbotky comenta una historia personal

Estaba en Moscú iba caminando con mi hijo pequeño por la calle. De repente un coche que estaba aparcado comenzó a moverse y se desvió hacia ellos, finalmente chochó contra un portón de hierro a pocos centímetros de distancia. Eugene Subbotky: Sentí que escapamos de la muerte por muy poco, y sigo pensando en aquel suceso como algo mágico a pesar de que soy un científico, un hombre racional. Estoy estudiando este fenómeno pero hay algunos acontecimientos de la vida que no se pueden explicar racionalmente. Bajo algunas circunstancias siento como si alguien o algo estuviera guiando mi vida y me ayudara.


La psicóloga Carol Nameroff comenta:
Hay muchos niveles de fe, y la respuesta para muchas personas especialmente en lo que respecta a la magia.
Es algo así como “la mayor parte de mi no lo cree pero en algunos casos puede suceder”. La gente suele reconocer su reacción visceral y decir que no tiene sentido pensar de determinada manera, sin embargo muchas veces incorpora las supersticiones y ritos a su vida como parte de su visión del mundo.


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