VUELTA AL COLE
Por bsaspress
  
Lunes, 29/02/2016
Retomar las rutinas puede ser difícil, para adultos y niños. Establecer horarios y tiempo diferenciados para las tareas, el ocio y el descanso en tiempos de clases es importante para la organización familiar y el establecimiento del biorritmo individual.

Por:
Dra. Edith Vega. MN 14363
Psicóloga de Fundación Hospitalaria- Fundación Aigle
Av. Cramer 4601. Tel 4704-2300
www.fh.org.ar
Colaboraron:
Lic. Estela Chardon
Lic. Paula Preve
Fundación Aigle



El estrés post vacacional no está descripto como un trastorno por los manuales diagnósticos, pero es una entidad observada clínicamente por profesionales de la salud. Pueden aparecer síntomas físicos o psíquicos. Puede presentarse con síntomas leves hasta ocasionar ansiedad o insomnio. Está asociado a la dificultad en la adaptación familiar, a menor flexibilidad; se corresponde al modo de vida actual.

Ni la intensidad ni la manifestación del estrés es igual en adultos y niños. El estrés está en relación a la intensidad del estímulo percibido como amenazante y a los recursos disponibles para afrontarlo, por lo tanto regular la exigencia y las expectativas de cada uno de los integrantes, adaptando las actividades a las posibilidades, regulando la demanda del ambiente.

En niños el estrés post vacacional puede estar vinculado a situaciones preexistentes de dificultades escolares, tanto académicas como sociales, por lo tanto, puede ser importante que la familia esté atenta a que expresan los niños, para poder prestar ayuda si fuera necesaria. Hay que tener cuidado con patologizar reacciones normales de un proceso de adaptación a ritmos diferentes.

¿ Por qué es importante volver a la rutina? Ciertas rutinas son organizadores de la vida cotidiana, asociadas a la organización de la vida familiar, no todas implican obligaciones o responsabilidad, para muchas personas puede ser agradable el reencuentro con compañeros o amigos. También el inicio de las rutinas representa realizar algunas actividades placenteras. Poder diferenciar las obligaciones de las elecciones, el placer de la responsabilidad ayuda a la familia a acomodarse.

El establecimiento de horarios y tiempo diferenciados para las tareas, el ocio y el descanso (también en tiempo de clases) es importante para la organización familiar y el establecimiento del biorritmo individual. Es necesario también establecer jerarquías y prioridades, tratando de no superponer proyectos y respetando los espacios individuales.

Mantener algunas rutinas en vacaciones y no programarlas de manera que resulten más agotadoras que la vida habitual, permite que sean efectivamente un período de descanso. Reconocer las diferencias individuales y las necesidades de los integrantes de la familia ayuda a crear un clima familiar diferente en las vacaciones, por ejemplo respetando y flexibilizando los horarios de despertarse
de cada uno.

Aprender a ceder y acomodarse a los deseos del otro sin que sea una obligación enriquece la convivencia. A lo largo del año es aconsejable considerar tanto las buenas rutinas como un buen esparcimiento (aún mínimo y sencillo).

Consejos para volver a la rutina de una manera saludable

1 - Reflexionar sobre con qué disposición vuelven los adultos responsables del niño a sus propias rutinas y el significado que tiene para cada uno. En la medida de lo posible, retomar los horarios de manera gradual (no prolongar las vacaciones hasta el último día, regresando con tiempo para adaptarse)

2- Ubicar tanto el trabajo como la escuela como oportunidades para el desarrollo
personal.

3- Identificar aquellas actividades que producen especial gusto y no dejarlas sólo para tiempo de vacaciones.

4-Tratar de ubicar el equilibrio entre esfuerzo y logro, considerando el biorritmo de cada persona.

5- Considerar a las rutinas como parte de la dimensión que permite el desarrollo de regularidades y ritmos también en las actividades más creativas.

Al pedir algo al niño hay que considerar que mira lo que hacemos más que lo que decimos, por lo tanto debemos tener una actitud alerta con nuestro grado de satisfacción y/o búsqueda de cambio tanto en las rutinas cotidianas como aquellas que pueden suceder en tiempo de vacaciones. Y esto es algo dinámico que varía según las edades y la configuración familiar. Si persistieran las dificultades no dude en consultar a un especialista.


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