Santoral. 29 de febrero.

Nacido en la isla de Cerdeña, Hilario sucedió en la sede pontificia a San León Magno, en el año 461, mostrándose digno sucesor del gran pontífice. Su obra principal fue la revigorización de la disciplina eclesiástica, particularmente en la Galia y en España. Murió el 28 de febrero del año 468.

Fue primero canónigo, luego monje de San Benito. Durante este tiempo implantó la regla de San Benito en numerosos monasterios que seguían otra regla. Posteriormente fue consagrado obispo de Worcester y finalmente arzobispo de York, Inglaterra. Se hizo famoso por la virtud de la caridad que ejercía con los necesitados. Todos los días del año sentaba a su mesa a doce pobres, a los que él mismo servía, después de lavarles y besarles los pies, a imitación de lo que hizo Jesús en la Ultima Cena con sus apóstoles. Murió el año 992, llorado por todo el pueblo.