Margaret Chan afirmó que la situación en torno a la epidemia del virus del zika que afecta a más de 40 países en las américas puede empeorar y dijo que hay que estar preparados para eventuales "sorpresas".
"Las cosas pueden empeorar antes que mejorar. Debemos prepararnos para sorpresas", dijo Margaret Chan, directora general de la OMS, en Brasil donde se encuentra de visita oficial.
En Recife, Chan sostuvo que el virus del Zika es "un misterio" y que hay que profundizar los estudios sobre la posible relación con la microcefalia, que Brasil ha constatado y el ministro de Salud, Marcelo Castro, volvió a ratificar.
"Hay que profundizar los estudios sobre la relación del zika y la microcefalia. El zika es un misterio. Aún estamos intentando obtener respuestas", dijo Chan.
No obstante, sostuvo que el zika "es el responsable por la microcefalia, es el culpable, hasta que no se demuestre lo contrario", según reproduce la agencia DPA.
Ayer tras visitar junto a la directora de la Organización Panamericana de Salud (OPAS), Carissa Etienne, el Instituto Materno Infantil de Pernambuco (Imip), y observar las acciones de combate a las tres enfermedades transmitidas por el mosquito Aedesaegypti - zika, dengue y fiebre chikyngunya-, la directora elogió con vehemencia el accionar del Gobierno brasileño.
Chan alabó el "compromiso al más alto nivel liderado por Rousseff" que todas las autoridades brasileñas, afirmó, han demostrado frente a la situación.
También resaltó la "competencia" de los profesionales e investigadores brasileños que trabajan en esas áreas. "El nivel es el que queremos expandir en todo el mundo", indicó.
Asimismo, ponderó la "transparencia" con la que Brasilia está actuando en lo que refiere a datos, estudios e investigaciones relacionadas al zika y la microcefalia, y el "coraje" y la "celeridad" del Gobierno así que comenzó el brote de zika y la epidemia de la malformación cerebral que deja secuelas en los niños para toda la vida.
Por último, destacó la "compasión" con que los profesionales de la salud en Recife trabajan junto con las madres de los bebés que nacieron con esa enfermedad, de la cual se han reportado en Brasil más de 5.000 casos desde octubre, cuando hasta 2014 había entre 100 y 150 casos por año en todo el país.