Preocupación por el retorno de dos virus letales
Por buenapraxis
  
Jueves, 15/10/2015
La pesadilla del ébola volvió la semana pasada a Europa. Pauline Cafferkey, la enfermera escocesa que había superó una infección por ébola está de nuevo aislada y en estado grave por complicaciones relacionadas con el virus. Aunque las autoridades sanitarias del Reino Unidos sostienen que el riesgo de que pueda infectar a otras personas es muy bajo, lo cierto es que permanecen bajo vigilancia 58 personas que tuvieron un contacto directo con ella. No están aislados, pero se les prohíbe viajar y deben tomarse la temperatura dos veces al día por si empezaran a tener los primeros síntomas de la enfermedad.

De esas 58 personas, 40 tuvieron un contacto directo con la enfermera y se les ha ofrecido la vacuna experimental contra el virus ébola, según ha podido saber el periódico británico 'The Guardian'. Entre las personas vigiladas hay personal sanitario, amigos y familia.

Reino Unido no es el único país que está de nuevo en alerta por un virus. Ayer Corea del Sur anunció que un paciente potencialmente curado de MERS, el coronavirus de Oriente Próximo, ha sido diagnosticado de nuevo con esta grave infección respiratoria. El paciente, de 35 años de edad, fue ingresado con fiebre alta en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl y otras 61 personas que tuvieron un contacto estrecho con el enfermo han sido puestos en cuarentena.

El ébola y el MERS son dos enfermedades infecciosas muy dispares, pero tienen características comunes: ambas están causadas por virus, son poco conocidas y potencialmente letales. ¿Pero pueden reactivarse, una vez curadas? ¿podrían volver a enfermar las miles de personas que superaron la epidemia de ébola en África? ¿y los cientos que sobrevivieron al MERS?

El Dr. Luis Enjuanes, virólogo e investigador del Centro Nacional de Biotecnología (Madrid, España)), aseguró que cualquier virus puede excepcionalmente volver a emerger en el mismo organismo, aunque advierte que el conocimiento que se tiene del ébola y del coronavirus de Oriente Próximo es muy limitado. «Se debe estudiar caso a caso. Sabemos que algunos coronavirus pueden permanecer latentes en el tracto respiratorio durante 145 días y existe un caso documentado de un enfermo alemán con MERS que cuando parecía curado, empeoró y falleció», comentó.

Este experto, que asesoró al Gobierno español en la crisis del ébola, también afirmó que el virus del ébola puede ocultarse durante 10 meses en algunos tejidos humanos: el semen, sistema nervioso y globos oculares «donde no se regenera la sangre con la misma facilidad». El virus está allí, aunque no haya ni rastro en la saliva, el sudor, o la sangre. La buena noticia es que al estar tan oculto, el riesgo de transmisión es bajo.


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