La gripe es una infección respiratoria causada por virus de la influenza que circula en todo el mundo. La mayoría de las personas se recuperan de la fiebre y otros síntomas en una semana sin necesidad de atención médica. Sin embargo, la gripe puede causar enfermedad grave o muerte, especialmente en grupos de alto riesgo, como los niños pequeños, las personas mayores y las personas con patologías graves previas.
Las pruebas rápidas para identificar la presencia de los virus en el cuerpo humano son una herramienta fundamental para frenar la circulación de los patógeno y arribar a un diagnóstico temprano. En épocas de pandemia de COVID-19, este resultado es aún más relevante en el caso de la gripe, que comparte síntomas (fiebre, dolor de cabeza, malestar corporal, tos, cansancio, etc.) con muchas infecciones respiratorias.
El nuevo test rápido Bioline Influenza Ultra de Abbott para uso profesional, detecta y distingue los virus de la influenza A y B a través de hisopos o aspirados nasofaríngeos, con resultados en 5 a 8 minutos. Se recomienda su uso en hospitales, salas de emergencia y laboratorios clínicos. El test Bioline no requiere instrumentación especial y es fácil de interpretar, con líneas de resultados codificadas por colores.
El dispositivo fue autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), y ya está disponible en Argentina para ser usado por profesionales de la salud.
La eficacia del test
Un estudio clínico de rendimiento versus cultivo celular utilizando hisopos nasofaríngeos demostró que el test Bioline Influenza Ultra de Abbott tiene una sensibilidad del 88,5 % para la Influenza A y del 91,5 % para la Influenza B y una especificidad del 97,4 %.
El test es de fácil lectura con líneas codificadas por colores para identificar de qué virus se trata en caso de detectarlo. La prueba es para uso profesional en Argentina en entornos de atención sanitaria, como hospitales, salas de emergencia y laboratorios clínicos.
«Para apoyar la salud pública, debemos estar un paso adelante en el diagnóstico, de modo que los profesionales de la salud puedan tener las herramientas de primera línea que necesitan para identificar rápidamente la influenza tipo A y B y recomendar un tratamiento temprano, especialmente para los grupos en riesgo», afirmó el Dr. Oscar Guerra, director médico de Abbott en Latinoamérica.
El especialista agregó que «gracias a la innovación Bioline de Abbott, el personal de atención médica puede tener acceso a resultados rápidos y confiables para prescribir tratamientos y cuidados».
Acerca de la gripe
Se conocen 4 tipos de gripe (influenza A, B, C y D). Se trata de una afección viral que se transmite muy fácilmente de persona a persona y el contagio se realiza por las gotitas de Flügge (pulverización a través del habla, al toser, o al estornudar). Los subtipos más frecuentes de virus A que actualmente están en circulación entre los seres humanos y se incluyen cada año en la vacuna antigripal son el A(H1N1), causante de la gripe porcina, y el A(H3N2), conocido como gripe australiana. Además, en la vacuna se incluye también una cepa de virus B.
La gripe tiende a propagarse rápidamente en epidemias estacionales y la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de tratamiento médico.
En 2019 fallecieron en Argentina 32.541 personas por gripe o neumonía, según el informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación. Si bien en los primeros meses de la pandemia de COVID-19, debido al aislamiento y restricciones sanitarias, los casos de gripe disminuyeron, este año el escenario cambió.
Durante 2022, Argentina ha visto un aumento temprano en los casos de influenza A (se registraron 129.916 casos de influenza durante las primeras 12 semanas de este año), que normalmente circula a fines del otoño y durante el invierno (principalmente entre los meses de mayo y agosto), lo que hace que la necesidad de realizar pruebas sea aún más crítica.
«Los expertos en salud pública esperan ver un regreso más fuerte de la gripe a medida que las economías se reabren por completo y aumentan los viajes y las actividades sociales. Para prepararnos, debemos estar atentos a las pruebas sintomáticas y el tratamiento temprano para reducir la propagación de la gripe», señaló el Dr. Guerra.
Para reducir la propagación y el impacto de la gripe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación anual, el uso de medicamentos antivirales y medidas de protección personal como lavarse las manos, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y aislarse si está enfermo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU recomiendan que se usen las pruebas de diagnóstico rápido de la influenza (RIDTs, por sus siglas en inglés) para ayudar a tomar decisiones de diagnóstico y tratamiento para pacientes en entornos clínicos, como si se deben recetar o no medicamentos antivirales.
Estas pruebas rápidas pueden ser útiles para detectar la infección por el virus de la influenza como causa de brotes respiratorios en cualquier entorno, pero especialmente en instituciones donde se congregan personas, como hogares de ancianos, centros de atención de enfermedades crónicas y hospitales, así como escuelas.