A muchos, escuchar tal palabra les hace brillar los ojos y es que significa que podrán percibir ciertos ingresos indispensables para cubrir sus necesidades.

Pero ¿por qué se le llama así a la paga que recibimos? Pues bien su origen tiene algo que ver con un recurso que da un toque especial a nuestras comidas: la sal.

Al parecer, en cierto tiempo, la sal llegó a ser la moneda de cambio, de hecho, salario viene del latín ‘salarium’, que a su vez procede de ‘sal’.

Era tan preciado que muchas poblaciones se asentaban cerca de los depósitos de sal para controlar su comercio.

Hoy en día la sal común, o cloruro de sodio (NaCl) se consigue de diversas formas. Ya sea por la evaporación del agua, que da lugar a la sal marina o de manantial, por la extracción de una roca llamada halita, que se pulveriza y para producir sal, o bien, mediante plantas gramíneas.