15 de febrero. San Claudio de la Colombiere | San Sigfrido | Beato Onésimo
Santoral. 15 de febrero.
San Claudio de la Colombiere.
Nació en Francia en 1641. Ordenado sacerdote jesuita, fue enviado a Paray-le-Monial, como director espiritual de Santa Margarita María de Alacoque, con quien colaboró en la difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Fue luego enviado a Londres donde ejerció su apostolado entre católicos y anglicanos. Por ello fue encerrado en la Torre de Londres y desterrado del país. Quebrantada su salud murió en Paray-le-Monial el 15 de febrero de 1682. Fue canonizado por Juan Pablo II el 3 de mayo de 1992.
San Sigfrido, apóstol de Suecia.
Era un sacerdote inglés que fue enviado -a pedido del rey Olaf- a predicar en Noruega. Sigfrido no se limitó a ese país sino que pasó a Suecia, que había recaído en la idolatría después de haber sido evangelizado por San Oscar. Allí tuvo ocasión de convertir al cristianismo al rey de Suecia, que también se llamaba Olaf, y lo bautizó en la fuente de Husaly, conocida hasta hoy como la fuente de San Sigfrido. Después de predicar también en Dinamarca, murió en 1045. Los suecos lo honran como su apóstol.
Beato Onésimo, mártir.
Era esclavo de Filemón, personaje importante de Colosas, convertido por San Pablo. Cuando huía de la justicia por haber robado a su amo, Onésimo se encontró con San Pablo preso en Roma. El apóstol lo convirtió y bautizó y lo envió a Filemón con una carta de recomendación. Filemón perdonó y puso en libertad a su esclavo y lo mandó de nuevo a San Pablo quien se sirvió de él para predicar el Evangelio y lo hizo portador de la carta que escribió a los Colosenses. Todo lo que se sabe sobre Onésimo es lo que dice la carta de San Pablo a Filemón y la referencia de la carta a los Colosenses. Se cree que murió mártir.