Estela de Carlotto encontró a su nieto después de 36 años de búsqueda
Por rjd
  
Miercoles, 06/08/2014
Después de 36 años de búsqueda, Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, encontró a su nieto nacido en cautiverio cuando su hija Laura era prisionera durante la última dictadura militar.

El joven, llamado Guido al nacer, hoy tiene 36 años, fue anotado el 2 de junio de 1978 como Ignacio Hurban, es pianista de jazz y director de una escuela de música municipal en Olavarría, provincia de Buenos Aires.



"Ésta es una alegría enorme que me brinda hoy la vida. Es un premio para todos, ya tengo mis 14 nietos conmigo", dijo Carlotto en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, en Montserrat, donde se festejó la noticia como si fuera una fiesta familiar, con aplausos, gritos de alegría y una multitud que invadió las oficinas, la calle y la vereda (ver aparte). "No quería morirme sin abrazarlo, y lo voy a hacer"

Dijo emocionada.

Fue el muchacho quien se acercó a Abuelas el 21 de julio pasado para hacerse un estudio genético porque tenía dudas sobre su identidad, y ayer se conocieron los resultados de esos análisis de ADN.

Ocurrió luego de una campaña donde las Abuelas se fotografiaron con jugadores del seleccionado con la leyenda: "Los buscamos desde hace diez mundiales". Era parte de su campaña para que mas gente con dudas se hiciera análisis genéticos.

Carlotto sostuvo que su hija Laura, una militante de Montoneros detenida ilegalmente en el campo de concentración de La Cacha, en La Plata, y asesinada por la dictadura tras dar a luz, le estará diciendo desde el cielo: "Mamá, ganaste una batalla larga".

Carlotto no escuchó aún la voz de su nieto recuperado. Ayer el muchacho le "mandó un mensaje" a Claudia, otra hija de Estela que es coordinadora de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde le decía: "Estoy muy feliz, muy emocionado, muy bien", según dijo Claudia.

Estela Carlotto dijo que sabe quién es el apropiador de su nieto y contó que murió. Dijo que lo crió en el campo una buena familia a la que se lo entregaron de buena fe, sin saber su origen.

Ayer Carlotto, que se embanderó con el kirchnerismo en la última década, se cuidó de no teñir con colores partidistas la recuperación de su nieto: "Agradezco a Dios y al pueblo que piensa, nos ayuda, nos comprende y nos respeta", y también "a la democracia, porque en estos años hemos podido caminar en libertad".

"En los últimos años la bandera de derechos humanos fue muy clara. Los organismos nos han respondido con la mayor celeridad y esto demuestra que hay cosas conseguidas donde no interesan los votos, y hay que mantenerlas", dijo. Reconoció que la llamó la presidenta Cristina Kirchner para felicitarla y que lloraron juntas por teléfono.




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