Ya te había hablado un poco de esta peculiar araña con apariencia de pájaro, que es toda una experta en matar a distancia. Pero no tienes de que preocuparte por que sus víctimas sólo son otras arañas.

Otra cosa que la caracteriza es que no construye telarañas, más bien anda discurriendo por debajo de las hojas en busca de presas.

Su cuerpo es de apenas el tamaño de un grano de arroz, sin contar el segmento frontal en forma de pelícano, que de hecho le da su nombre.

Aunque no te dejes engañar por las apariencias pues su boca esta, en realidad, en la parte inferior de la “cuello”. Sin contar con los colmillos, llamados quelíceros, que se pliega contra el cuello.

Camina con 6 patas, pero deja dos delanteras al aire pues las utiliza para hacer círculos barridos con los que recoge el rastro de seda de otra araña. Entonces espera sigilosamente al borde de la telaraña arrancando de vez en cuando otro pedacito.

Así acecha lenta y deliberadamente a la que será su cena, eso sí cuando ya se acerca la presa utiliza los quelíceros que suben 90 grados para golpearla, espera a que el veneno trabaje y ¡listo! la cena está servida.
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Es interesante que los biólogos descubrieron primero los fósiles de arañas pelícano y creyeron que estaban extintas, pero ahora se han encontrado rastros de ellas en lugares como Madagascar, Sudáfrica y Australia.