La robótica y el paracaidismo son las características principales de un robot innovador que será producido íntegramente en Corrientes. Destinado principalmente a quienes tienen como hobby el paracaidismo, no se descarta que el desarrollo pueda trasladar paquetes a lugares inaccesibles o instalar cámaras en lugares inhóspitos.
La idea es industrializar la producción de un robot de 35 cm de altura y 1 kg de peso, que emule, tanto en lo funcional como en lo visual, a un paracaidista. El emprendimiento lleva el nombre guarany de Guyry, que en esa lengua significa vértigo. Así lo bautizó su creador, el arquitecto Alejandro Carbó, quien trabaja en el proyecto desde hace más de 4 años. Destinado al pasatiempo y complementario al aeromodelismo, este producto estará dirigido a un segmento acotado de consumidores.
Desarrollo
Luego de incansables pruebas y errores hasta dar con el modelo final, el prototipo del robot ya está en condiciones de ser producido en forma masiva. Para Carbó, su pequeño robot, al que bautizó Bily, no es un juguete, es un pequeño paracaidista y motivos no le faltan. Estéticamente viene equipado con cascos, buzos, botas, arneses y paracaídas elaborados artesanalmente y en escala.
La robótica participa del proyecto para dar vida a Bily, de manera tal que pueda realizar movimientos semejantes a los de un paracaidista. El método de empleo es a partir de un control remoto desde donde se maneja al prototipo, que es lanzado desde un avión en escala a una altura no superior de los 200 metros. En caída libre, el robot puede activar el dispositivo que despliega el paracaídas, como así también realizar un par de maniobras. Para la determinación de éste y otros parámetros, Carbó tuvo el acompañamiento del Club de Aeromodelismo de la ciudad de Corrientes, cuyos miembros pusieron a disposición sus máquinas.
Utilidad
Un robot con las cualidades de Bily cumple, en principio, con el hobby de quien lo adquiera. En ese sentido, Carbó tiene claro que es un producto destinado a un segmento reducido de clientes y no precisamente locales. En algunos países hay campeonatos nacionales de esta actividad, relacionada con el paracaidismo con radio comando como Brasil, Estados Unidos y Alemania, y en los países de la ex Unión Soviética está muy desarrollado a nivel clubes. Alcanzan casi la calificación de deportes, porque la actividad está homologada comentó Carbó.
Es a ese mercado que el proyecto apuntará con muy buenas perspectivas, sobre todo teniendo en cuenta el desarrollo incipiente de este producto en el mundo. En Europa no son más de 6 los centros de producción que existen en la actualidad.
Con una evolución y ajuste del modelo, Bily puede tener una utilidad que no esté relacionada con el hobby. Estaría capacitado para trasladar paquetes a lugares inaccesibles, sin poner en riesgo la vida humana, o también para instalar cámaras en lugares inhóspitos para el estudio científico. Pero su mentor se daría por satisfecho con que Bily cumpla con la difusión del paracaidismo, una actividad que practicó desde muy joven.
Velas
El proyecto Guyry también contempla el desarrollo de velas (paracaídas) a escala de alto rendimiento. Este equipamiento destinado para el robot tiene un tamaño aproximado de 1,20 de ancho. Según Carbó, se trata de velas chicas, muy veloces y de fácil manejo. El material utilizado es el polietileno, bajo la consigna de que es rescatable del reciclado.
Incubación
El proyecto Guyry es uno de los desarrollados por la Incubadora de empresas de base tecnológica UNNETEC-INNOVAR. Llegó a este proceso de incubación luego de superar varias etapas de selección. En esta instancia, el proyecto sienta las bases para desembocar en una empresa que se sustente por sí sola y genere mano de obra local. Para llegar a un proceso de industrialización de este producto hay que generar matrices y determinar los métodos de producción ante una posible demanda a gran escala.
El capital más grande que tengo es el conocimiento para desarrollar el futuro producto, con un beneficio por demás estimulante como es el de colocar en el mundo un producto tecnológico salido de Corrientes. Carbó tiene claro que Bily deberá someterse a una innovación permanente que se ajuste a las exigencias del mercado y de la competencia.
Mercado
Con un segmento definido en donde colocar el producto, la promoción y venta de Bily será a través del comercio electrónico. No se trata de un producto para vender en almacenes o supermercados. Es de consumo poco masivo a nivel local, no así en la región y el mundo. El comercio electrónico creció en los últimos tiempos y es una herramienta que se ajusta para comercializar el producto. No hay opción de no venderlo de otra manera, concluyó Carbó.
Nota: Juan Monzón Gramajo / Argentina Investiga
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