Incontinencia fecal: ¿cómo se trata?
Por buenapraxis
  
Sábado, 25/06/2022
Muchas veces resulta incómodo hablar de esta problemática por los tabúes y la vergüenza que conlleva, pero es algo muy frecuente que afecta a muchísimas personas. Se estima que 1 de cada 12 personas la padece, y sólo el 45% lo consulta con un profesional. Es una patología subdiagnosticada, ya que más de la mitad de las personas que padecen incontinencia fecal no consultan con los médicos por pudor o vergüenza, y no pueden ser tratados. Es por esto que las campañas de visibilización son tan importantes, ya que buscan posicionar en la agenda pública estas cuestiones con el fin de erradicar los tabúes y la vergüenza.

Incontinencia de diferentes tipos
Existen distintos tipos de incontinencia anal dependiendo si lo que se escapa es gas, materia fecal liquida o materia fecal sólida. A su vez, puede existir urgencia para llegar al baño sin que el paciente presente incontinencia. Estas situaciones pueden presentarse durante el día, durante la noche o durante el día y la noche, por eso identificar esta situación es el primer paso para poder llevar a cabo un tratamiento adecuado realizado por coloproctólogos.

Para su diagnóstico, se realizan exámenes específicos para determinar la severidad de la incontinencia y así indicar el tratamiento adecuado. Además, el especialista determinará el origen de la incontinencia, y junto a un examen físico y la historia clínica del paciente indicará qué abordaje será de tratamiento mejorará la calidad de vida.

Los tratamientos más adecuados para la incontinencia
Generalmente el enfoque es escalonado, que va desde lo menos invasivo hacía lo más invasivo, como una cirugía. Pueden ser tratamientos higiénico dietéticos, farmacológicos, kinésicos (biofeedback) y quirúrgicos. Cuando estos procedimientos son insuficientes, el paciente abandona el tratamiento. Por eso, en situaciones de este estilo se aplica la terapia de neuromodulación sacra.

La neuromodulación sacra se trata de una terapia segura, reversible, con eficacia comprobada, la única que tiene un periodo de prueba que permite al paciente probarla antes de implantar el dispositivo definitivamente. Según el Dr. Miguel Lumi (MN 60.082), médico cirujano coloproctólogo del Hospital de Gastroenterología "Dr. Carlos Bonorino Udaondo" Universidad de Buenos Aires, «la neuromodulación sacra es una terapia segura, reversible y con eficacia comprobada y que otorga una mejora significativa en la calidad de vida».

Primero, se realiza una evaluación previa en la que se coloca un catéter a través de uno de los orificios del hueso sacro del paciente, llegando a una raíz nerviosa que estimula a la región esfinteriana y rectal. Este dispositivo puede colocarse bajo sedación local o general, y puede hacerse en forma ambulatoria o con internación breve.

Luego de 2 a 3 semanas se evalúa la cantidad de episodios de incontinencia que tiene el paciente en cada semana. Esos resultados se comparan con previos a la colocación del dispositivo y, de esa manera, se evalúa el porcentaje de efectividad del método. Si los episodios de incontinencia semanales disminuyen como mínimo en un 50%, se procede a colocar el estimulador definitivo. Cerca del 90% de los pacientes que se someten a esta fase de evaluación, luego se someten al implante definitivo.

Una vez comprobada la efectividad del estimulador, se llega a una segunda instancia en la que se coloca el dispositivo definitivo que se implanta en la región glútea a un centímetro por debajo de la piel.


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