Los antiguos consideraron el oro como un símbolo de poder y de inmortalidad porque no se corroe. Dadas sus cualidades raras y estéticas, los gobernantes del pasado encontrado en el oro, un material ideal para representar lo superior y lo divino, forjados en las ofrendas y símbolos religiosos.

Los pueblos ancestrales por lo general vinculaban el metal con sus dioses y creían que se trata de un material de los cielos. Evidencias recientes sugieren que tal vez esta creencia era más cierta de lo que se pensaba, el oro seria el producto de una explosión celestial.

Científicos del Centro Harvard Smithsonian para Astrofísica observaron un estallido de rayos gamma de 3,9 mil millones de años luz de distancia de la Tierra, uno de los más cercanos observados hasta la fecha. La explosión fue el resultado de la colisión de estrellas muertas, o estrellas de neutrones, y esta explosión se cree que es la fuerza dominante para la creación del oro.

"Estimamos que la cantidad de oro producido y expulsado durante la fusión de dos estrellas de neutrones puede ser tan grande como la masa de 10 lunas, ¡una gran cantidad de adornos ostentosos!", dijo el autor principal de la investigación, Edo Berger, en el anuncio del estudio.

Se cree que otros metales preciosos tales como platino, paladio y uranio, también están formados a partir de colisiones similares.

Esta teoría sugiere que el oro fue transportado por las lluvias de meteoros del espacio exterior después de la formación de la Tierra hace 4,5 millones de años. Si el oro se hubiese formado al mismo tiempo que nuestro planeta, se habría mezclado con rocas fundidas y hundido hasta el núcleo del planeta con otros materiales. Sin embargo, el oro se encuentra normalmente en la superficie de nuestro planeta.

Se cree que estas colisiones de lluvia de meteoritos eran comunes en las primeras etapas del ciclo de la Tierra y bañaron nuestra superficie con diversos metales preciosos justo como creían los antiguos.