Investigadores Argentinos crean un robot que riega solo y se desplaza sobre tres ruedas
Por tomamateyavivate
  
Martes, 10/09/2013
Un innovador proyecto de investigación combinó el ingenio y la tecnología para desarrollar un dispositivo que recorre jardines sin llevarse por delante paredes, árboles y macetas. El robot doméstico puede regar de manera eficiente el jardín convirtiéndose en un sistema de riego que supera la tradicional manguera y la aspersión instalada.


El ingeniero químico Carlos Enrique Irigo es el director del proyecto de investigación que combina el ingenio para delinear inventos y el progreso del conjunto de conocimientos de la mecánica, la electrónica, la informática, las telecomunicaciones y las tecnologías precisas para construir un robot que se desplaza, regando solo los jardines.

Entrevistado acerca de su creación, Irigo explica a Argentina Investiga en qué consiste la construcción del sistema robotizado de riego: “Apuntamos a diseñar este artefacto que cuenta con un carrito montado sobre tres ruedas, un equipo de manguera retráctil que se va desenrollando y enrollando en la medida en que el robot avanza o retrocede, una tobera o aspersor, una computadora donde se programa con un software especial una rutina de riego de acuerdo con la superficie del jardín y los obstáculos que el robot debe sortear y una batería como fuente de energía”, describe.

Otra ventaja del robot es que el sistema puede llevarse a otra propiedad y reprogramarlo. La originalidad y fortaleza de este sistema es que la manguera plástica flexible retráctil se conecta a la canilla de agua corriente, por lo que utiliza la presión normal de la red pública de distribución de agua. De tal modo, no requiere de los gastos que implican el mecanismo del bombeo de agua por cañerías, requiriendo el manteamiento de un solo aspersor.

-¿Cómo funciona el robot que riega el césped?
-Empezamos con el desarrollo de la ingeniería básica, incorporando la tecnología “wii”, para posicionar el equipo en cada punto y los motores para cada una de las dos ruedas individuales que trasladan el carrito. Este sistema permite que si dos ruedas giran a la misma velocidad, el robot avance en línea recta, pero cuando una de las ruedas incorpora más velocidad en su movimiento giratorio, el robot doblará en el sentido de esta rueda que aumentó su movimiento. Para ello, tenemos que desarrollar un software de fácil programación, que debe permitir el control de todos los comandos del robot.

Esto permite tener un sistema robotizado para riego doméstico que va recorriendo el jardín y regando de una manera programada la cantidad de agua y los sectores específicos donde se lo requiera, ya que hay plantas o regiones del jardín que pueden necesitar más o menos aspersión, dependiendo de la cantidad de sol que reciba, la inclinación del terreno y el tipo de planta.

El punto de inicio del recorrido del robot es el suministro de agua o el lugar donde está la canilla, donde también se ubica el cargador de la batería. Luego, al ir avanzando va estirando su manguera retráctil en un recorrido que evita que ésta se enrede en las diversas obstrucciones que pueda encontrar en el jardín.

-¿De qué modo el robot puede orientarse en el entorno del jardín que debe regar?
-Al comienzo, pensamos en utilizar un GPS, pero el sistema de posicionamiento global tiene un error de dos o tres metros, esto tendría consecuencias en un robot que se nos va de las manos, debido a la imprecisión del cálculo de las distancias de su desplazamiento.

A raíz de ello, hemos incorporado el sistema “X-Pro” -tecnología wii similar a la que se usa para simular movimientos en los televisores o videojuegos-. El X-Pro es un sensor de movimiento que nos permitirá que el equipo que estamos armando pueda arrimarse con una manguera retráctil a determinadas zonas del jardín, por medio de rutinas ya programadas desde el computador. Hay una versión “for developers” de este equipo que permite incorporar un software particular según la necesidad.

La programación del robot permite que éste pueda circular en un entorno complejo, debido a la conformación de una topografía llena de árboles, lomas o piedras que vuelven más intrincado el recorrido del equipo automático y, en consecuencia, la programación de la ruta que debe seguir.

-¿Por qué es necesario construir un robot autoportátil para el riego doméstico de jardines?
-Lo último que se tiene en cuenta cuando se construye una casa es el riego automatizado del jardín. Las personas piensan el tema y se les viene la idea de regar con una manguera conectada a un sapito o aspersor movido manualmente.

Lo intentan, pasa el tiempo y empiezan a proyectar cómo vamos a instalar un sistema de riego por aspersión… hay que romper el jardín para enterrar cañerías, instalar una bomba con motor en un pozo o nicho adecuado con válvula solenoide y una computadora que administra el riego.

Los sistemas automáticos de riego convencional que existen en Mendoza, como por ejemplo las cañerías enterradas con toberas tipo Tigre -aspersores que tienen distintos caudales y diámetros de regadío- están controlados por la computadora. El ordenador acciona el encendido de la bomba y de ese modo hace circular el agua por los conductos en dirección a 12 o 15 aspersores, según el tamaño del parque.

Sin embargo, se entiende que este procedimiento implica un costo superfluo en relación con el precio de la construcción edilicia, entonces se deja el sistema de riego del jardín para el final. Cuando llega ese momento, el riego es realizado con la manguera. Por último, después de haber logrado una recuperación económica, y cubiertas las deudas por la construcción de la vivienda, se decide hacerle frente a la construcción de un sistema de riego automático. Pero, aquí aparece la serie de inconvenientes que marca la necesidad objetiva de construir un sistema de riego robotizado autoportante para el riego doméstico.

-¿Cuáles son los pasos siguientes que darán para ver el robot en las vidrieras de las ferreterías o comercios especializados en jardinería?
-En futuros proyectos vamos a ir perfeccionado el sistema de riego doméstico robotizado. Es más, podríamos conseguir un socio comercial que lo desarrolle a escala industrial para su comercialización. En otras palabras, “volvemos a la fuente”: como nuestras abuelas cuando regaban los malvones con la regadera, distribuyendo agua donde hace falta y en la cantidad requerida, atributo del que adolecen los sistemas actuales.

El proyecto de investigación se llama “Sistema de riego doméstico robotizado” y es subsidiado por la secretaría de Ciencia, técnica y posgrado de la Universidad. “Consideramos que es una idea muy innovadora, porque incrementa el ahorro del agua. Tiene un mercado de consumo propicio. Tenemos que aunar voluntades de la Universidad, el sector empresario y el Estado, para cerrar el triángulo, ya que el proyecto apunta al uso sustentable de este bien tan preciado que cada vez es más escaso: el agua” concluyó el investigador.

Prensa UNCuyo
loliva@uncu.edu.ar
Dirección de Prensa
Universidad Nacional de Cuyo

Fuente: Universidad Nacional de Cuyo

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