Astrónomos internacionales estudiaron el brote de mayores proporciones jamás visto de una nueva estrella que está naciendo dentro de la nube oscura Spitzer, a sólo 11 mil años luz en nuestra Vía Lactea.

Usando una cuarta parte del conjunto total de antenas del telescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, realizaron una verdadera “ecografía” y descubrieron "un útero estelar con más de 500 veces la masa del Sol".

Para los astrónomos "el más grande de los encontrados hasta el momento en la Vía Láctea, que aún está creciendo", comunicó ayer el Observatorio Europeo del Sur ( ESO), desde el norte de Chile.

“Se cree que la nube dará a luz a una estrella muy brillante con más de 100 veces la masa del Sol”, agrega el equipo científico, como hipótesis.

“¡Solo una de cada diez mil de todas la estrellas de la Vía Láctea alcanzan tal cantidad de masa!”, destacó el astrónomo Nicolas Peretto, del Servicio de Astrofísica Instrumentación y Modelación (AIM) Paris-Saclay y de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido y que lidera un equipo internacional.

"Aunque ya creíamos que la región era una buena candidata para ser una nube de formación de estrellas masivas, no esperábamos encontrar ese impresionante embrión estelar tan masivo en su centro", afirma Peretto, según el informe de ALMA y ESO.

"Estas estrellas no son solo poco comunes, sino que su nacimiento es extremadamente rápido y su infancia muy corta, con lo que encontrar un objeto tan masivo en una etapa tan temprana de su evolución es un resultado espectacular", agrega Gary Fuller, de la Universidad de Manchester, del Reino Unido, parte del equipo.

El gigantesco embrión de estrella está girando en su interior, y lo extraordinario, señala el informe, es que este aún se observa “mucho más material fluyendo todavía el interior e incrementando aún más la masa”.

Según los astrónomos, al final este material colapsará, y formará la grandiosa nueva estrella.

El proceso de cómo sucede esto fue siempre "un misterio", confiesa el equipo que estudia la gigantesca masa estelar en formación. Hasta ahora se sabe que estas nacen y se forman dentro de las frías nubes oscuras, las cuales les sirven de alimento.

Una teoría postula que la Nube Oscura Spitzer, también codificada como 335579-0-292, se habría fragmentado, creando pequeños núcleos que colapsaron por sí mismo y fueron formando la estrella.

Una segunda teoría destaca que toda la Nube Oscura Spitzer comenzó a colapsar hacia su interior, y así todo el material se precipitó hacia el centro. Según esta teoría se pueden formar una o más masas estelares.

El equipo liderado por Nicolas Peretto, anunció que ahora están tratando de descubrir este proceso usando el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) que con sus múltiples antenas al unísono permite una visión más profunda. Previamente usaron el telescopio espacial Herschel de la Estación Espacial Europea ESA.

La nube muestra densos y oscuros filamentos de gas y polvo que fluyen al interior por lo que para Ana Duarte Cabral, del Laboratorio de Astrofísica de Bordeaux (Francia), esto apoya la teoría de un gran colapso global interior, y no la fragmentación en múltiples núcleos.

"Las observaciones de ALMA revelan estos espectaculares detalles de los movimientos de la red de filamentos de polvo y gas, y muestran que una enorme cantidad de gas está fluyendo hacia una compacta zona central".

"Queríamos ver cómo se forman y cómo crecen estas estrellas gigantescas, ¡y sin duda lo hemos conseguido! Una de las fuentes que hemos encontrado es inmensa — el núcleo protoestelar más grande de todos los que se han localizado hasta ahora en la Vía Láctea", comentó Pretto.