Existen distintas alternativas de tratamiento que pueden aliviar el síndrome de dolor regional complejo
La investigación moderna se acerca a una comprensión similar de esta compleja relación. En 2011, el Scandinavian Journal of Pain trató de explicar la conexión de esta manera:
Los investigadores escribieron: En primer lugar, el catastrofismo juega un papel central en los modelos de dolor y depresión y por lo tanto pueden formar un vínculo importante entre ellos. En segundo lugar, la regulación emocional es importante en la depresión y el dolor, ya que ambos pueden ser vistos como importantes factores estresantes emocionales.
Dos tratamientos que actúan
El dolor y la depresión a menudo van de la mano, a veces la misma experiencia traumática desencadena ambos y las dos condiciones se exacerban mutuamente.
El dolor neuropático, a diferencia de dolores musculares comunes y del dolor artrítico, provienen de disfunciones en el sistema nervioso central o sistema nervioso periférico. El trauma causa una actividad eléctrica desproporcionada en los nervios, y las víctimas de las enfermedades crónicas neuropáticas, como el síndrome de dolor regional complejo (CRPS por su nombre en inglés), experimentan dolor ante un contacto normal o un calor leve.
La acupuntura para corregir bloqueos de qi que causan tal dolor al ser utilizada correctamente puede reducir la hipersensibilidad asociada con el dolor neuropático. Usada como tratamiento complementario a modalidades convencionales, puede aumentar la tasa de recuperación mientras reduce el estrés; puesto que trabaja en el qi de la persona, y el qi regula la emoción, la acupuntura eficaz mejora también el estado de ánimo.
Otra alternativa de tratamiento que actúa sobre el cuerpo y el cerebro, es la infusión de ketamina. La ketamina es un anestésico que, cuando se administra por un médico calificado o un anestesiólogo, actúa en el sistema nervioso para amortiguar el exceso de señales de dolor.
Detiene la transmisión del dolor desde el cuerpo a la columna vertebral y al cerebro, y le da al sistema la posibilidad de reiniciarse, comentó el Dr. Glen Z. Brooks, anestesista de Nueva York que ofrece tratamientos con ketamina.
Según Brooks, en casos de depresión, la ketamina promueve el crecimiento de la sinapsis y permite que el cerebro se cure, revirtiendo las causas estructurales de la depresión.
La dosis de ketamina y el plan de tratamiento para los pacientes de depresión y pacientes del dolor son diferentes, y debe ser adaptada al peso del cuerpo de la persona, por lo que deberían ser considerados como tratamientos separados, pero los pacientes con enfermedades relacionadas a menudo ven mejoras en sus síntomas.
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