Gigantesco huracán es captado en Saturno
Por sintesisdeprensa
  
Lunes, 06/05/2013
Se desplaza a 530 kilómetros por hora y su ojo mide 2.000 kilómetros

Primer plano del huracán en el polo norte de Saturno. La imagen fue captada por Cassini desde una distancia de unos 419.000 km de Saturno el 27 de noviembre de 2012, y es parte de las primeras vistas de primer plano de esta tormenta. La escala de la imagen es de 2 kilómetros por píxel.

El equipo de Cassini publicó este lunes las primeras imágenes en primer plano del gigantesco huracán, con la forma de una gran rosa, que gira en el centro del hexágono del polo norte de Saturno.

El ojo tiene unos 2.000 kilómetros de diámetro, lo que lo hace unas 20 veces mayor que el ojo promedio de un huracán en nuestro planeta, y sus vientos, alcanzan hasta 530 kilómetros por hora.

La sonda espacial Cassini, en una misión conjunta con la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), captó estas imágenes a fines de noviembre de 2012 a una altura de 420.000 kilómetros, con filtros sensibles a la luz casi infrarroja.

“Nosotros hicimos dobles tomas cuando vimos este espectacular vórtex hexagonal, es que se parece tanto a un huracán en la Tierra, pero está en Saturno a una escala mucho mayor", señaló Andrew Ingersoll, miembro del equipo de Cassini, del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, según la NASA.

"De algún modo se alimenta de las pequeñas cantidades de vapor de agua de la atmósfera de hidrógeno del planeta”, destacó Ingersoll.

Los científicos estudian este huracán por su similitud con los de nuestro planeta. Creen que será de mucha ayuda para entender el comportamiento de los huracanes de la Tierra, los cuales se alimentan de las aguas calientes del océano.

Según ESA no existe agua cerca de las nubes altas de la atmósfera de Saturno, por lo que el vórtice parece sobrevivir a base de las pequeñas cantidades de vapor de agua presentes en la atmósfera de hidrógeno de este planeta.

"Comprender cómo las tormentas saturninas son capaces de utilizar el poco vapor de agua que tienen a su disposición podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo se forman y cómo evolucionan los huracanes terrestres", dice la agencia espacial.

“Tanto un huracán terrestre como el vórtice polar del norte de Saturno tienen un ojo central sin nubes o nubes muy bajas. Otras características similares son las nubes altas que forman la pared del ojo, y otras nubes altas en espiral alrededor del ojo, con un giro hacia la izquierda en el hemisferio norte”, indicó la NASA.

Otra diferencia importante, aparte de que estos huracanes en Saturno son mucho más grandes que sus contrapartes en la Tierra, es que gira sorprendentemente rápido.

"En Saturno, el viento sopla en la pared del ojo, más de cuatro veces más rápido que los vientos huracanados de la Tierra", destaca la NASA.

Otra característica es que en Saturno los huracanes parecen estar bloqueados en el polo norte del planeta.

"En la Tierra, los huracanes tienden a desplazarse hacia el norte, debido a las fuerzas que actúan sobre los rápidos remolinos de viento mientras el planeta gira. En el caso de Saturno no se mueve y ya está tan al norte como lo puede ser".

Se estima que esta tormenta se está produciendo En Saturno desde hace muchos años. Cuando la nave Cassini llegó, en 2004, detectó un gran vórtice, pero lo hizo en pleno invierno polar norte, por lo que el planeta se encontraba a oscuras. Los instrumentos esperaron hasta el 2009, cuando aparecieron los primeros vestigios de luz, gracias al equinoccio.

La misión Cassini-Huygens es un proyecto cooperativo de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana (JPL). Una división del Instituto de Tecnología de California en Pasadena, dirige la misión Cassini-Huygens para la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington.

Cambios en el campo magnético de Saturno va a la par con las estaciones

Este descubrimiento se traslada a todos los planetas que tienen una magnetosfera, incluyendo la Tierra

Un estudiante de la Universidad de Iowa descubrió que los procesos que ocurren en el campo magnético de Saturno cambian a la par que cambian las estaciones, un hallazgo que puede clarificar la situación de la magnetósfera terrestre.

Este descubrimiento “se traslada a todos los planetas que tienen una magnetosfera, incluyendo la Tierra”, señala la Universidad de Iowa el 2 de mayo.

El análisis del estudiante de Física y Astronomía Tim Kennelly, permitió probar que las emisiones de radio que emite Saturno y las manifestaciones de la magnetosfera que se extienden a millones de kilómetros del planeta, están vinculadas.

Según Kennelly, en Saturno existen “tubos de flujo” integrados por gas caliente, que están cargados eléctricamente, es decir de plasma. Cuando aparecen estos flujos, éstos se disipan en la magnetosfera del planeta, con un distinto comportamiento, según sea la estación del año.

Durante el invierno del hemisferio Norte, la aparición de estos flujos de plasma se correlacionaron con ciertas ondas medibles y descubiertas con anterioridad, llamadas ondas de radiación kilométricas (SKR) y que están originadas en el hemisferio norte. En tanto en el invierno austral, Kennelly observó un tubo de flujos de plasma similar, en el hemisferio Sur.

“Estos eventos son muy ordenados y siguen los cambios de estacionales de Saturno”, destacó el físico.

Según el equipo de estudio, este hallazgo puede alterar cómo los científicos observan la magnetosfera de la Tierra y de los cinturones de radiación de nuestro planeta. Estos cinturones, que en nuestro planeta llaman Cinturones de Van Allen, afectan una gran variedad de actividades además de la seguridad de vuelo y las comunicaciones telefónicas por satélite y celular.

Después de los poderosos campos magnéticos del Sol y Júpiter, Saturno tiene la tercera magnetosfera más importante del Sistema Solar.

El planeta está compuesto de nubes y capas de gas líquido que giran alrededor del planeta, cada una a una velocidad propia, lo que históricamente hizo difícil conocer cuál es el tiempo real de rotación del planeta. Los nuevos descubrimientos se acercan al conocimiento de la hora real de Saturno.

En el caso de la Tierra su superficie rocosa visible permite conocer que su rotación dura las 24 horas.

Desde hace décadas los científicos comenzaron a medir las ondas de radiación kilométrica (SKR) de Saturno.

Desde 2004 el físico y profesor Donald Gurnett, a cargo de la actual investigación, entre otros científicos, demostraron que el polo norte del planeta y el Sur tienen sus propias ondas de radiación SKR, que van variando a lo largo de períodos de semanas y años. Estas mediciones se realizaron con la sonda Cassini, manejada en conjunto entre la NASA, y la Estación Espacial Europea (ESA).

Las emisiones de radio se habían utilizado para medir el período de rotación de Júpiter en manera fiable, dice la NASA, y los científicos pensaron que también ayudaría a determinar el período de rotación de Saturno. "Para su pesar, sin embargo, el patrón variaba a lo largo de las visitas de diferentes naves espaciales e incluso en las emisiones de radio procedentes de los hemisferios norte y sur", recordó la NASA.

Tim Kennelly, estudiante especializado en Física y Astronomía, fue más allá y realizó las primeras observaciones en que relacionó los cambios estacionales en la magnetósfera de Saturno.

Kennelly agradeció al Dr. Gurnett que le permitió hacer el trabajo por su cuenta, y anunció que espera doctorarse en física de plasma en el próximo semestre”.

En el estudio trabajaron también el físico Jared Leisner, el científico asociado George Hospodarsky y el profesor de Física y Astronomía Donald Gurnett, jefe de la investigación y el instrumento RPWS James A. Van Allen / Roy J. y Lucille A. Carver.

Imagen
La imagen central es el concepto de un artista de la lámina de plasma de Saturno sobre la base de datos de un instrumento de la sonda Cassini.

Se ve a Saturno al centro, incrustado en un "anillo de corriente" invisible de iones energéticos atrapados en el campo magnético del planeta.

En rojo está la distribución de gas neutro denso, fuera de los anillos helados de Saturno. Más allá de esta región, iones energéticos pueblan en el lado diurno la lámina de plasma que llena los tubos de flujo, esbozados en las latitudes más altas y que contribuyen a la corriente de forma de anillo.

La lámina de plasma se adelgaza gradualmente hacia el lado nocturno. La vista desde arriba es el plano ecuatorial de Saturno, que está representado por las líneas de cuadrícula. La ubicación de la luna Titán se muestra a escala.

La ubicación de la onda de choque alrededor de la magnetósfera, a su vez desvía el flujo que trae el viento solar.

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