Mientras muchos vigilamos cuánta grasa comemos, le damos poca importancia a lo que sucede con los residuos de aceite y grasa, especialmente cuando se vierten por el desagüe. Muy por debajo de las calles de Londres, los resultados son muy claros.

Los restos de grasa caliente entran fácilmente por el desagüe, pero luego se enfrían y solidifican, formando el llamado sebo. Éste obstruye las alcantarillas de la ciudad.

Ahora los residuos de aceite y grasa se utilizarán como energía renovable para alimentar una planta eléctrica, lo que hará la vida más fácil a los limpiadores de alcantarillas como Rob Smith. Él le explicó a Reuters TV que todos los hogares desechan algo de grasa por el desagüe cuando lavan los platos, pero mucho más viene de los restaurantes y pasa a las alcantarillas.

El equipo de limpiadores entra a las alcantarillas para comprobar si el sebo fluye naturalmente por la red de alcantarillado, o si causa bloqueos. Si está causando bloqueos, debe ser eliminado, como explica Smith.