Científicos argentinos desarrollaron un aditivo para incorporar microorganismos beneficiosos para la salud en los alimentos. Industria 100 por ciento nacional
Investigadores del INTA y del CONICET desarrollaron un aditivo en polvo para incorporar bacterias beneficiosas para la salud en diversos alimentos.
A partir del secado spray, los especialistas lograron deshidratar las bacterias probióticas sin pérdida de viabilidad y funcionalidad, lo que permite masificar, facilitar y economizar su obtención y aplicación en los alimentos.El secado spray es una metodología que permite deshidratar alimentos sensibles al calor.
En la actualidad, los probióticos utilizados comercialmente en lácteos son producidos en el exterior, lo que limita su uso y distribución, al tiempo que aumenta su precio final, explicó la investigadora del INTA Rafaela, Roxana Paez.
El desafío, entonces, será llegar con paquetes de leche en polvo, que incluyan estos microorganismos, a comedores comunitarios o infantiles, sostuvo. Es una tecnología con grandes posibilidades de transferencia a la industria nacional, agregó.
Según explicó otro de los investigadores que se desempeña en el Instituto de Lactología Industrial de la Universidad Nacional del Litoral, Gabriel Vinderola, el próximo paso será un convenio de vinculación para producir en la Argentina cepas autóctonas con tecnología nacional a escala industrial, sin depender de su importación.
El investigador del CONICET consideró que este desarrollo, incorporado como aditivo a ciertos alimentos (líquidos fríos o tibios) enriquece el sistema digestivo, equilibra la flora intestinal con un impacto positivo en el sistema inmunitario y ayuda a reducir las necesidades de uso de antibióticos.
El secado spray es una metodología que permite deshidratar alimentos sensibles al calor. Así, mediante una corriente de aire, se secan inmediatamente al ser dispersados en forma de microgotas, sin alterar a los microorganismos.
De esta manera, Paez destacó que será más simple consumir alimentos con propiedades adicionales para la salud, lo que hará más accesible e inclusiva su utilización y permitirá mejorar las condiciones alimenticias y promover el desarrollo saludable de los segmentos poblacionales con carencias nutricionales o más vulnerables, como niños y ancianos.
Es que estas bacterias podrían reducir el colesterol, aliviar alergias respiratorias y enfermedades de la piel y ayudar en el tratamiento del síndrome del intestino irritable, por ejemplo.
Los microorganismos más de 10 millones por gramo, presentes en un concentrado en polvo que puede conservarse en la heladera hasta un año, no modifican el olor, color, gusto y consistencia de los alimentos en los que pueden incorporarse, dijo Páez.
Alimentos que funcionan
Hay una tendencia mundial hacia una alimentación más saludable por lo que los consumidores demandan cada vez más productos naturales y funcionales. Pero, ¿qué es un alimento funcional? Vinderola lo simplificó: Se trata de aquellos alimentos que aportan un beneficio para la salud más allá de su valor nutricional.
El elemento diferenciador entre un alimento funcional y otro común es en este caso el agregado de probióticos, que proporcionan propiedades más allá de las nutritivas. Si bien tienen un efecto positivo en la salud, no son medicamentos. Son productos que ayudan a estar en un mejor status sanitario y colaboran con una alimentación sana y equilibrada, aclaró y recomendó incorporarlos a la dieta de modo habitual y preventivo.
Fuente: INTA Rafaela
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