Al feto le diagnosticaron una anemia causada por la incompatibilidad Rh que tenía con la madre. Este mismo factor complicaba también el tratamiento de la enfermedad mediante el sistema sanguíneo materno.

La anemia progresaba día a día, a medida que los glóbulos de la sangre materna suplantaban y destruían los glóbulos rojos del embrión: un proceso que les amenazaba a ambos con la muerte en el parto.

Para asegurar la intervención, los médicos aplicaron una anestesia general que adormeció simultáneamente a la mujer y al feto. Eso fue hecho para evitar que el embrión apretara el ombligo en el momento de la inyección y esta última resultó todo un éxito.

Durante casi tres meses los médicos guardaron en secreto el carácter de la operación. Han revelado sus detalles solo después de que la joven madre, de 21 años, diera a luz en un parto natural este fin de semana. Eso ha sucedido en la 38ª semana del embarazo, precisan los doctores. El nivel de hemoglobina en la sangre del bebé es la normal y está siendo mantenido con vitaminas.