El arzobispo Rino Fisichella sostiene que el Año de la Fe está renovando y consolidando la fe de los cristianos.
Hay mucho entusiasmo en el Año de la Fe. Es, sobre todo, un entusiasmo que se puede verificar en las diócesis, en las parroquias y en los nuevos movimientos y asociaciones", dijo el prelado.
"Es una oportunidad para reflexionar sobre la fe como un hecho que es muy importante para la vida, añadió monseñor Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
El Año de la Fe comenzó el 11 de octubre para conmemorar los cincuenta años del inicio del Concilio Vaticano II. Culminará el próximo 24 de noviembre.