Marcos dominó de punta a punta la categoría y este sábado reconquistó el título que en los últimos dos años había estado en poder de su hermano Alejandro. El de Las Flores ya había ganado el Dakar en 2010.
Marcos Patronelli no tuvo problemas para revalidar todas esas voces que lo daban como el único candidato a ganar el Rally Dakar 2013 entre los cuatriciclos. Por el contrario, el de Las Flores demostró desde el arranque que la historia estaba a su favor y este sábado lo confirmó: conquistó su segundo título y dejó en claro que su apellido ya es sinónimo de campeón en la categoría.
El menor de los hermanos emprendió el desafío de correr la actual edición sin Alejandro, quien lo acompañó en los tres años anteriores y le sirvió siempre de apoyo en una categoría nueva para el Dakar. Pero en vez de ser ese un problema, la ausencia del campeón de los últimos dos años le quitó un peso de encima. Marcos pudo acelerar en la primera parte sin tener que preocuparse por su hermano y allí fue cuando sacó una ventaja casi definitiva.
El campeón de 2010 agarró la punta de la general en la segunda etapa, después de alcanzar su primer triunfo en Pisco. Esa fue la primera de las cuatro victorias consecutivas que lograría. Luego, con más de una hora de ventaja sobre sus rivales, se echaría a descansar.
Marcos reguló desde entonces y sin ganar otra etapa comenzó a hacer más ventaja. La suficiente para llegar a una última etapa entre La Serena y Santiago con la tranquilidad de saber que de llegar se coronaría. Y así fue. Alcanzó el tercer lugar del especial que ganó el sudafricano Sarel Van Biljon y terminó la competencia con 1 hora, 50 minutos y 35 segundos sobre el chileno Ignacio Casale.
Estará en la cabeza de Marcos saber si estará el año que viene para revalidar el título. Lo cierto, es que en los últimos cuatro años sólo hubo un apellido en el Dakar y ese fue Patronelli.