El mes pasado el profesor de Física aplicada de la Universidad de Harvard, David Keith, publicó dos trabajos en los que propuso una solución de geoingeniería al problema del calentamiento global.

Según el científico, la Humanidad podría introducir en la atmósfera partículas reflexivas, lo que costaría cerca de 8.000 millones de dólares al año. Con esta medida, dijo el profesor, sería posible reducir la penetración de rayos solares un 0,5%, lo que permitiría volver la extensión de la banquisa ártica a los niveles preindustriales.

Asimismo, el profesor Keith aseguró que “cualquier nación importante” podría encontrar recursos para llevar a cabo esa operación.

Según el informe 'Riesgos Globales 2013' preparado para el Foro Económico Mundial (WEF, por su siglas en inglés), precisamente ese podría ser uno de los mayores peligros para la Humanidad.

Los expertos alertan que un país amenazado por el aumento del nivel del mar o incluso un individuo rico podría utilizar sus recursos para manipular el ambiente, en un intento de enfriar el planeta.

Tal intervención, según el informe, podría tener consecuencias negativas o incluso desastrosas para los sistemas climáticos de la Tierra.