La procrastinación es el hábito de postergar actividades o tareas que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más agradables, pero también más irrelevantes. "En cierto modo, todos padecemos esta patología. Se posterga una acción para más adelante y ello produce angustia porque la realización de la tarea se transforma en algo abrumador", explicó Harry Campos Cervera, médico psiquiatra y psicoanalista.

¿Te suena familiar?: estás en tu día de franco o un domingo tranquilo, pero sabés que tenés que ir a hacer las compras. De repente y sin pensarlo demasiado, te ponés a realizar cualquier otra actividad, como mirar una peli que enganchás en el cable, tomar mates, leer un fragmento de texto abandonado, tomar sol. Pero no realizás la acción "obligada" del día. Entonces te das cuenta que falta poco para que cierre el supermercado. Apurás el ritmo, y salís a comprar.

En los estudiantes ocurren varios casos que clarifican este trastorno: los alumnos a los que eternamente les queda una asignatura para recibirse, pero no se reciben. También están aquellos que estudian largas horas, mucho para rendir un examen, pero a último momento no se presentan. Y obviamente terminan reprobando.

El especialista indicó que el síntoma de postergar la acción puede deberse a muchas causas: la más típica es la neurosis obsesiva, donde la acción se va postergando para no comprometerse con el cumplimiento. "El fantasma que tiene postergar la acción es el miedo a la muerte porque uno queda congelado con la idea de que si uno lo hace y cumple con algo está más cerca del fin", sostuvo.

La procrastinación también puede deberse a trastornos de personalidad. Campos Cervera aseguró que hay personas que son excesivamente exigentes y que postergan ciertos actos con la esperanza de realizarlos mejor más adelante y eso nunca se cumple. "También la padecen quienes presentan trastornos neurológicos, porque nuestra conducta de hacer algo depende del lóbulo frontal del cerebro, ya que una región tiene que ver con la planificación de la acción. En ese caso, se ven patologías como el trastorno por déficit de atención, que altera la realización de algo, justamente porque falta la atención debida. Van saltando a cosas distintas y no pueden hacer ninguna", expresó.

En los casos más severos, la procrastinación también puede verse en el caso de aquellas personas que tienen lesiones en el lóbulo frontal, que es el caso de los adictos a la cocaína, por ejemplo. "Un paciente puede decir que viene a la sesión psicológica a las 16. En el camino pasa por un escaparate y se dispersa, luego se encuentra con alguien, hace otra cosa y a las 21 se da cuenta que no fue a la sesión, a pesar de que había salido de su casa para ello", expresó el experto,

Pero, ¿por qué hay personas que caen en la procrastinación? Es que es una de las formas que tiene el sujeto de relacionarse con el deseo. La psicoanalista Mónica Cruppi expresó al respecto: "En el sentido de demorarlo, postergarlo y aplazarlo. El termino procrastinación, su conceptualización y su aplicación aparece en la obra freudiana en varios trabajos como síntoma que padecen los neuróticos, en especial cuando se refiere a los obsesivos. También está presente en los depresivos y melancólicos".

¿Qué podemos hacer para evitar la procrastinación? La experta respondió: "Una de las cosas más importantes en este tema es detectar la presencia de la angustia, porque ella es uno de los factores que hace que se eviten los cambios, las decisiones, los actos verdaderos. Tomar una decisión o tener que implementarla puede ser un problema por la angustia que conlleva. La tarea analítica radica en aliviarla, averiguar cuando el sujeto posterga, sus motivaciones inconscientes, es decir, lo que hay por debajo del síntoma".

Así que si estás padeciendo esta alteración, podés empezar a corregirla...