Investigadores Argentinos desarrollan tecnología de punta para el seguimiento de vicuñas en la Puna
Un sistema de collares de alta tecnología para el seguimiento de la vicuña fue desarrollado por un equipo de investigadores. La especie estuvo en peligro de extinción y hoy es considerada vulnerable, por lo tanto resulta fundamental su cuidado y conservación a partir del estudio de su comportamiento y hábitat. La producción de ponchos y mantas con fibra de vicuña es una de las principales actividades económicas de la región.
Laguna Blanca está ubicada a más de 3.200 msnm y es la única reserva arqueológica y de la biosfera de la provincia de Catamarca, emplazada entre los Departamentos de Belén y Antofagasta. Ocupa cerca de 770.000 hectáreas y en la actualidad se fomenta el turismo sustentable mediante el avistaje de flora y fauna y los safaris fotográficos. Posee la población más grande de vicuñas del país y muchos de sus habitantes se dedican a la producción de ponchos y mantas a partir de la fibra de este animal. Entre 1969 y 1972 la vicuña estuvo en peligro de extinción y hoy es considerada una especie vulnerable.
Es importante mencionar que la vicuña (Vicugna vicugna), es una de las cuatro especies de camélidos sudamericanos, siendo las otras tres, el guanaco (Lama guanicoe), la alpaca (Vicugna pacos) y la llama (Lama glama). Vale destacar que, dos de estas especies, la llama y la alpaca existen sólo en estado doméstico, en cambio el guanaco y la vicuña presentan poblaciones en estado silvestre.
La combinación de innovaciones tecnológicas con estudios ecológicos, muestra claramente el camino a transitar para que las relaciones entre las poblaciones humanas y el ambiente, tienda a un equilibrio más armónico.
Para preservar las poblaciones de vicuña y volver más sustentable la actividad de los pobladores de Laguna Blanca que trabajan con la fibra del animal, un grupo de investigadores de la UNT empleaba collares de seguimiento que transmiten señales de radio. Estas señales se captan con una antena receptora, si ésta se encuentra, como máximo, a un kilómetro de distancia del collar. Sin embargo, el sistema tenía importantes limitaciones porque, para recibir la señal era necesario seguir al animal con una antena portátil y la Reserva tiene una extensión muy amplia, por ese motivo comenzaron a desarrollar collares con tecnología más avanzada.
Los collares comerciales con tecnología GPS cuestan entre 1.000 y 5.000 dólares, según la tecnología empleada para la recepción de la señal. Si es mediante satélite, el costo es muy alto; en cambio, si se realiza a través de una estación base, el costo es mucho menor, detalló a Argentina Investiga Patricia Back, directora del proyecto de investigación llamado Estudio radiotelémetrico en vicuñas.
La investigadora registra la actividad que desarrollan las poblaciones de vicuñas: si van a comederos, cuáles son las aguadas que usan, dónde duermen y dónde están sus bostaderos. Completan el equipo de investigación Alejandra Hurtado y Rita Albarracín. El trabajo del equipo se complementa con el que desarrollan investigadores de la facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, quienes realizan collares de seguimiento sustancialmente superiores.
Microprocesadores que graban la información
El equipo de investigadores desarrolla un collar basado en un microprocesador, GPS, transmisor-receptor de radiofrecuencia, un mini-panel solar y una tarjeta de memoria de 2 gigabytes. Buscamos que las investigadoras de Ciencias Naturales, en lugar de tener que seguir al animal y trasladar una antena portátil, obtengan la información acercándose a una estación base y sacando del dispositivo los datos que se registren durante un año completo sobre el comportamiento y los hábitos del animal, detalló el ingeniero Esteban Volentini.
En la actualidad desarrollamos estos dispositivos que tienen el tamaño de un celular, tanto los que van en el collar como los de la estación base, y tenemos excelentes resultados sobre la información que se registra, puntualizó Roque Berarducci, uno de los estudiantes que participa de la investigación. El equipo detalló que el empleo de este sistema permite obtener información sobre la ubicación (latitud y longitud) del animal, la fecha y hora en que se realiza la medición y el clima que se soporta a esa altura.
Finalmente, Daniel Cohen, director del trabajo junto a Volentini, sostuvo: Nuestro trabajo plantea una completa reingeniería en el proceso de toma de datos de la vicuña, lo cual posibilita mejoras sustanciales tanto en los datos obtenidos, como en los costos de los equipos y en la facilidad para registrar esos datos. Estamos convencidos de que la iniciativa es útil y necesaria, desde el punto de vista ecológico y de la conservación, y creemos que el aporte tecnológico le da un vuelco enorme al proyecto.
Impacto económico y ecológico
La Puna Argentina es una de las regiones más pobres del país. Conocer el recorrido y los hábitos de las vicuñas permitirá a los pobladores mejorar sus ingresos y concentrar los esfuerzos en el proceso de esquila y venta de lana del animal. Durante el arreo de las vicuñas mueren algunos ejemplares y su carne es usada como alimento, y su cuero para la fabricación de artesanías.
La vicuña es una especie autóctona de los Andes cuya lana tiene un alto valor económico. La demanda llevó a este animal al borde de la extinción en la década del sesenta, ya que se cazaron cantidades enormes de vicuñas por su fibra. La especie se recuperó gracias a controles efectivos, pero su futuro depende del mantenimiento de las poblaciones silvestres y de su aprovechamiento apropiado.
Carolina Servetto Aráoz
Daniela Orlandi
Dirección de Medios y Comunicación Institucional
Fuente: Universidad Nacional de Tucumán
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