Nuevas imágenes en infrarrojo de la tormenta récord en Saturno comenzada en 2010, y que ahora no se observa a la luz visible, revelaron que el planeta de nuestro Sistema Solar registra una sorprendente e inusual actividad en la estratósfera con alzas de temperatura de más de 80 grados Celsius.



“Es la primera vez que hemos visto algo como esto en un planeta del Sistema Solar", dice Leigh Fletcher de la Universidad de Oxford, Reino Unido, autor de uno de los estudios, según la Agencia Espacial Europea (ESA).


Evolución de la tormenta en 2011 (NASA / JPL-Caltech / Space Science Institute)

"Es extremadamente raro, ya que sólo se puede ver el vórtice en longitudes de onda infrarrojas”.

Fletcher a su vez destacó que este insólito fenómeno, tal como se observa en el video y en la galería de fotos, no se puede decir “que está ahí simplemente mirando a las nubes”, por lo que se está investigando.


La tormenta generó picos sin precedentes de aumentos de temperaturas. (Casini-NASA)

Las nubes “causaron estragos” en las amplias franjas de las latitudes medias del hemisferio norte de la atmósfera de Saturno, y durante este tiempo se observaron dos grandes señales luminosas de aire mucho más cálido de lo normal, cuyo aumento correspondió a 80 grados Celsius de diferencia con la temperatura circundante.

La tormenta fue destacada por los astrónomos internacionales como “sin precedentes”, y se observó mediante los telescopios de la nave espacial internacional Casini, el VLT (Very Large telescope) del Observatorio Espacial Europeo (ESO), en el desierto de Atacama en Chile, y el infrarrojo Mauna Kea de la NASA, los tres capaces de detectar las alzas de temperatura, informa ESA.

“Los nuevos informes sobre la temperatura, los vientos y la composición de la atmósfera de Saturno, indican que las espectaculares nubes eran solo una parte de una historia”, que escondía estos sorpresivos fenómenos, destaca la agencia espacial.

"Este aumento de temperatura es tan extremo que es casi increíble, sobre todo en esta parte de la atmósfera de Saturno, que por lo general es muy estable", dijo Brigette Hesman, científico de la Universidad de Maryland, que trabaja en el Centro Goddard, de la NASA, y autor principal de otro de los estudios que se publicará en noviembre.

Hesman comparó esta diferencia de calor que creó la tormenta en Saturno, con las temperaturas de la Tierra, desde las más helada en el invierno en Fairbanks, Alaska, al verano en el desierto de Mojave".

Después de estallar la tormenta que fue visible, se desataron ondas de energía ondulada a cientos de kilómetros hacia arriba. Esto hizo que se depositara la energía en la estratósfera con la forma de dos faros luminosos y calientes, según ESA.

A finales de abril 2011 la nube de luz había rodeado todo el planeta y los puntos calientes se fusionaron para crear un enorme vórtice que por un breve período superó en tamaño a la Gran Mancha Roja de Júpiter, agregan los astrónomos.

El hecho que el vórtice llegó a tener unos 80 grados centígrados más que la temperatura circundante, fue algo inesperado y aún se busca una explicación para este fenómeno.

Junto al vórtice se detectaron grandes cantidades de gases de etileno y acetileno, informa ESA. El Etileno, es un gas inodoro, incoloro, no se observa típicamente en Saturno, destaca a su vez la misión Casini de la NASA. En la Tierra, puede ser creado por fuentes naturales y artificiales.

El astrónomo Fletcher, comparó el vórtice de Saturno con el de Júpiter. Explicó que el ciclón que existe en Júpiter está incrustado en el fondo de una zona de clima turbulento, mientras que el vórtice de Saturno es más alto de lo normal, en la atmósfera, por lo que nunca se esperó que se formase nada parecido.

“Aunque existen paralelismos que se pueden extraer entre los dos, los mecanismos por los que se formaron y la longitud de tiempo que van a existir parece ser muy diferente", destaca el reporte de Fletcher, según ESA.

En Júpiter, el vórtice existente se prolonga por al menos 300 años hasta la fecha, pero el de Saturno, se inició en 2010, y ya se está enfriando y encogiendo por lo que los científicos esperan que se desvanezca en 2013. La duda que les queda es si la tormenta se repetirá.

El estallido tomó de sorpresa a los observadores pues apareció en el período de la primavera del planeta en el hemisferio norte, lo que significó años antes de la temporada de verano que se presume será tormentosa, informa ESA.