Los primeros años de nuestro Sistema Solar fue una época turbulenta, y siguen las dudas acerca de su desarrollo.El Dr Tagir Abdylmyanov, Profesor Asociado de Kazan State Power Engineering University, ha estado investigando las ondas de choque emitidas por el Sol muy joven, y ha descubierto que éstos han causado la formación en diferentes momentos de los planetas de nuestro Sistema Solar.
Abdylmyanov ha modelado los movimientos de partículas en líquidos y gases en la nube de acreción de gas de nuestro Sol. Su trabajo sugiere que nuestro recién nacido sol emite una serie de ondas de choque que ondulaba hacia el resto del material. Esto creó una serie de anillos de polvo de acreción alrededor del Sol.
Las investigaciones indican que la primera serie de ondas de choque durante los cambios cortos pero muy rápidos en la actividad solar podría haber creado los anillos proto-planetarios de Urano, Neptuno, y el planeta enano Plutón. Júpiter, Saturno, y el cinturón de asteroides habría venido durante una serie de ondas de choque próximas menos poderosas. Mercurio, Venus, la Tierra y Marte se habrían formado en el pasado reciente, cuando el Sol era mucho más tranquilo. Esto significa que nuestro planeta es uno de los más jóvenes en el Sistema Solar.
"Los planetas se formaron en intervalos - no del todo, como se pensaba anteriormente", explica Abdylmyanov.
"Es difícil decir exactamente cuánto tiempo habría separado a estos grupos, pero los anillos proto-planetarios de Urano, Neptuno y Plutón probablemente se habrían formado muy cerca del nacimiento del sol.3.000.000 años más tarde y volveríamos a ver el anillo de escombros destinado a formar Saturno. Medio millón de años después de esto, veríamos algo similar pero para Júpiter. El cinturón de asteroides se han comenzado a formar alrededor de un millón de años después de eso, y otro medio millón de años veríamos las primeras etapas de Mercurio, Venus, Tierra y Marte".
Abdylmayanov espera que esta investigación nos ayude a entender el desarrollo de planetas alrededor de estrellas distantes.
El estudio de la luminosidad de las estrellas que están en el proceso de formación puede dar indicaciones sobre la intensidad de las ondas de choque estelar. De esta manera, puede ser capaz de predecir la ubicación de los planetas alrededor de lejanas estrellas millones de años antes de que se hayan formado.