El 19 de septiembre el robot Curiosity, que aterrizaba hace algo más de un mes en la superficie del planeta rojo, se encontró en su camino con una piedra de forma piramidal. Los técnicos de la NASA pensaron que era una buena ocasión para que el rover hiciese una parada y pusiese a prueba todo su instrumental de análisis.
La piedra, bautizada como Jake Matijevic en honor a un matemático de la NASA que murió recientemente, tiene una altura de unos 25 centímetros de alto, un tamaño similar a un balón de fútbol y su forma es de pirámide perfecta. Curiosity detectó la roca con el espectrómetro de rayos X que incorpora su brazo articulado de más de dos metros. Posteriormente ha realizado los análisis químicos con el resto de cámaras de precisión con los que está equipado, aunque la NASA aún no ha dado detalles sobre la composición del hallazgo.
Tras cinco días de trabajo, Curiosity ha reanudado su marcha por el cráter Gale, una de las zonas de Marte que podría reunir condiciones favorables para albergar vida. Actualmente se dirige al llamado área de Gleneg, donde podrá a prueba su capacidad para analizar el polvo perforado en el interior de las rocas. En esta zona se distinguen tipos de suelo de diferentes tonalidades. Uno de ellos, de color claro, atrae especialmente la atención de los científicos ya que retiene el calor durante el día y hasta bien entrada la noche, lo que sugiere una composición inusual.
Curiosity, la misión espacial a Marte
Aspecto exterior
Así es el aspecto exterior del rover Curiosity. Tras el aterrizaje comenzará una intensa labor investigadora que permitirá a los científicos conocer más detalles sobre Marte, su formación y su estructura geológica.
Lanzamiento
El atlas V 541 despegó el 26 de noviembre de Cabo Cañaveral, llevando a bordo a la misión espacial Mars Science Laboratory (MSL), más conocida como Curiosity.
Un astronauta muy especial
Con un par de ojos saltones que te miran desde casi 8 metros de altura, sus seis ruedas y sus más de 800 kilos, Curiosity no se parece mucho a un ser humano. Sin embargo, este Mars Rover hará el papel de astronauta cuando aterrice en la superficie del planeta rojo.
Detector de radiaciones
Curiosity está equipado con un detector de radiaciones (Radiation Assessment Detector) que cuenta los rayos cósmicos, neutrones, protones y otras partículas. Su misión es explorar las radiaciones del entorno de Marte, aunque los investigadores también lo están aprovechando para analizar las partículas que Curiosity se encuentra por el camino.
Un largo camino
A principios de Abril de 2012, Curiosity pasaba el `ecuador' de su viaje y se encontraba a medio camino entre la Tierra y Marte. Los técnicos de la NASA han aprovechado para comprobar el estado y correcto funcionamiento de los instrumentos científicos que servirán para realizar diferentes pruebas y experimentos en Marte.
Energía
Curiosity obtiene su energía a través de la desintegración radiactiva del plutonio mediante un generador termoeléctrico de radioisótopos. Esta fuente de alimentación le da una vida operativa de por lo menos un año marciano, lo que equivale a 687 días terrestres.
Tormenta solar
A finales de enero, Curiosity vivió la más intensa tormenta solar desde 2005. La explosión aceleró una descarga de protones y electrones ultraveloces, que llegaron a Curiosity guiadas por el campo magnético del Sol.
Equipado para la ciencia
Curiosity porta las últimas tecnologías para obtener información sobre la geología, atmósfera, condiciones ambientales y la potencial presencia de microorganismos marcianos. Está equipado con tres cámaras, cuatro espectrómetros, dos detectores de radiación, dos sensores ambientales y dos atmosféricos.
Aterrizaje
Se espera que Curiosity aterrice en la superficie de Marte en agosto de 2012, ayudado por cohetes de deceleración y por un paracaídas. El sistema de radares le proporcionará en todo momento información sobre la altitud y velocidad alcanzada.