Colesterol alto, cómo prevenirlo.
Cambiar el estilo de vida es fundamental para revertir peligrosas enfermedades como la apoplejía y los ataques cardíacos.
Al igual que con el cigarrillo, a pesar de que la mayoría de la población sabe que hace mal a la salud, algunos persisten en fumar, lo mismo pasa con el colesterol, que se mantiene alto en dos de cada tres personas, principalmente por la mala alimentación y la falta de ejercicios. Para dar el paso al gran cambio, se requiere estar consciente de los daños que la persona puede estar haciendo en su cuerpo por años.
El colesterol es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, una sustancia que su cuerpo necesita. Sin embargo, cuando se tiene demasiado en la sangre, éste puede acumularse en las paredes de las arterias. Esto puede conducir a la enfermedad cardíaca y a los accidentes cerebro-vasculares, informa el Centro de Prevención de Salud (CDC) de Estados Unidos.
Cambiar el estilo de vida es fundamental para revertir peligrosas enfermedades como la apoplejía y los ataques cardíacos destacan los médicos. Además, es notorio que aunque las cifras no siempre lo revelen, la calidad de vida de las personas que no presentan cuadros severos, se deteriora en múltiples aspectos, desde el cansancio al stress físico que pasa al emocional, lo que conlleva a muchas otras enfermedades y a hacer dependiente a la persona de los centros de salud.
Consuma una dieta saludable, baja en sal, baja en grasa total, grasa saturada y colesterol, y rica en frutas y verduras frescas, recomienda el Centro de Prevención de Salud.
Las verduras deben ser variadas y no solo comer una lechuga con tomate de ensalada. Las personas que desconocen cómo prepararlas pueden consultar variados libros de cocina y asegurar que la cocción de ellas no pierda las vitaminas.
Las recomendaciones también incluyen alguna práctica de ejercicios saludables o al menos, tomar una caminata rápida de diez minutos tres veces al día, cinco días a la semana, según CDC.
El peso también debe controlarse disminuyendo los apegos a ciertos alimentos que hacen engordar o alimentos que no contribuyen a la salud.
Si usted fuma, deje de hacerlo tan pronto como sea posible, recalcan además, todos los especialistas para evitar el colesterol alto y evitar problemas cardíacos.
A nivel general existen incluso otros factores de riesgo dados por por una guía de CDC, por ejemplo, los hombres de más de 45 años o las mujeres sobre 55, tienen más posibilidades de verse afectados por enfermedades que derivan de un colesterol alto.
La persona interesada puede también investigar en su familia si hay casos de enfermedades cardíacas a temprana edad. Si es así, es posible que sea por malos hábitos alimenticios compartidos o un factor genético.
La suma de factores como la presión y el colesterol alto, fumar, obesidad, inactividad física y diabetes, es una alerta roja que anuncia a la persona mayores peligros de continuar con problemas de salud. La mayoría de estos factores son el resultado de una dieta desequilibrada durante la vida, y que se pueden prevenir con simples recomendaciones.
Las dietas con demasiadas grasas saturadas, que corresponden a las de los animales, como también las que incluyen los aceites y grasas de las margarinas, crackers y papas fritas, contribuyen preferentemente al colesterol alto, señala el estudio de CDC. Éstas deben ingerirse con moderación y algunas eliminarse.
Muchos no logran disminuir la sal en las comidas porque las consideran desabridas; para ellos los médicos recomiendan reemplazarla por especies aromáticas, de los más variados estilos y sabores.
Por ejemplo, para el pollo algunos sugieren el ginger, la mayorana, orégano, páprika y timo, o el rosmarino, y terragón entre otros. Para la carne también está el curry, la menta, la pimienta o un poco de ajo.
Para los vegetales algunos sugieren combinarla con la albahaca, la mayorana, orégano, pimienta, o el curry, jugo de limón, salvia, terragón y timo, estos últimos, favoritos en los frijoles.
La prevención del colesterol alto gracias a una alimentación saludable que incluye además de las proteínas, una variedad fresca de frutas y verduras, requiere también otro equilibrio que aporta la medicina china, y eso es cumplir con la armonía de los cinco elementos.
En esta armonía, según estos principios los alimentos se clasifican en fríos, calientes, húmedos, secos, dulces o salados, y un equilibrio en esta armonía es la que sostiene la cura de la mayoría de las enfermedades influenciadas por ellos.