Identifican el centro de la credulidad en el cerebro
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muyinteresanteJueves, 30/08/2012
¿Por qué algunas personas se dejan engañar con más facilidad que otras por estafadores, charlatanes, vendedores de humo y personas que difunden falsos rumores?
Ante un correo electrónico de un desconocido que pide dinero para una noble causa o el mensaje de un estafador financiero que vende acciones valiosas a un precio irrisorio, se han comprobado los jóvenes y los ancianos tienden a ser engañados más fácilmente que las personas de mediana edad. Científicos estadounidenses han identificado cuál es el área del cerebro responsable de la credulidad, y han propuesto una teoría para tratar de explicar por qué a ciertas edades somos menos propensos a dudar de este tipo de mensajes.
Concretamente, el área ventromedial de la corteza prefrontal del cerebro, situada justo encima de los ojos, parece ser la encargada de que un sujeto se detenga tras escuchar o leer algo para analizar si es cierto, según se puede leer en el último número de la revista Frontiers in Neuroscience. "Cuando la mayoría de adultos reciben un mensaje algo, el primer impulso es creer que es cierto y procesarlo", explica Erik Asp, investigador de la Universidad de Chicago y coautor del estudio. "Solo un poco más tarde nuestro cerebro empieza a hacerse preguntas y a cuestionar la veracidad de la información", añade.
En los niños, la corteza prefrontal aún está en desarrollo, y no alcanza la madurez total hasta finales de la adolescencia o al cumplir la veintena. Por otro lado, a medida que se envejece, el área del cerebro responsable de la duda puede comenzar a deteriorarse, reduciendo gradualmente la propensión a cuestionar. Los investigadores sospechan que esta área es la última que se desarrolla en el cerebro, y que podría ser la primera en comenzar a mostrar cierto declive, de ahí que el exceso de credulidad aparezca en los primeros y en los últimos años de nuestra vida. Eso explicaría también por qué a partir de los 60 y 70 años las personas tienden a ser más propensas a creer en teorías de la conspiración", subraya Asp, que en sus experimentos comprobó que individuos con daños en la corteza prefrontal son más vulnerables a ser engañadas también por anuncios de productos milagro. Los investigadores creen que el proceso podría guardar relación con la actividad de unas células llamadas oligodentrocitos que fabrican la mielina que cubre los nervios y permite a las neuronas intercambiar impulsos nervisosos con rapidez.
Según Asp y su equipo, ser conscientes de que la credulidad a ciertas edades tiene fundamentos biológicos puede ayudar a anticipar el problema y a afrontarlo de forma efectiva, sin culpar a los sujetos de su vulnerabilidad al engaño.
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