Más de dos porciones por semana son suficientes para contribuir con esta enfermedad.
Un estudio reveló que comer carnes rojas fritas o cocinadas a altas temperaturas, aumentan notablemente el riesgo de contraer cáncer de próstata avanzado hasta en un 40%, informaron científicos de la Universidad de California del Sur (USC).
La alta temperatura juega un rol importante en la acción cancerígena ya que las dietas ricas en carnes rojas por si solas, tienen un riesgo más limitado, destacó la profesora de Medicina Preventiva, Mariana Stern, de la Escuela de Medicina Keck de USC, en su informe publicado el 17 de agosto.
Junto al investigador Esther John, Stern examinó los cuestionarios de hábitos alimenticios de cerca de 2 mil hombres de la Bahía de San Francisco, de los cuales más de mil tenían cáncer de próstata avanzado. La información incluía preguntas de las prácticas y el nivel de cocción con fotografías a color, además de tipo de hornos, parrillas, y formas de freír.
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Hemos encontrado que los hombres que comieron más de una porción y media de carne roja frita por semana aumentaron el riesgo de contraer cáncer de próstata en un 30%", dijo Stern. "
Además, los hombres que comieron más de 2 porciones y media de carne roja cocida a altas temperaturas fueron 40% más propensos a tener cáncer de próstata avanzado", según el reporte de la Universidad.
Según los investigadores las hamburguesas son las más ligadas al cáncer de próstata, especialmente entre el hombre hispano, no así el bife o bistec.
Creemos que esto se debe a los diferentes niveles de cancerígenos que se acumulan en las hamburguesas, dado que éstas pueden alcanzar altas temperaturas internas y externas más rápido que un bife o bistec, agregó el doctor Stern.
El estudio reveló además que las dietas ricas en aves de corral cocinadas al horno tienen un índice de riesgo menor que las fritas, por lo que los investigadores concluyeron que freír en sartén, independientemente del tipo de carne es un factor de riesgo. Lo mismo se encontró en el pescado a altas temperaturas, sobre todo frito.
En el estudio se postula que las aminas heterocíclicas (HCA), que se forman durante la cocción, puede que dañen el ADN. Estas se forman al cocinarse los azúcares y los aminoácidos a altas temperaturas por un largo período de tiempo.
Otros agentes cancerígenos reportados en estos casos son los hidrocarburos aromáticos policíclicos, que se forman en el asado o el ahumado de la carne, cuando la grasa de la carne cae sobre el fuego y el humo deposita los hidrocarburos en la carne.
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Hay una fuerte evidencia experimental de que las HCA y HAP contribuyen a ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de próstata", destaca el informe.
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Las observaciones de este estudio por sí solas no son suficientes para hacer recomendaciones de salud, pero teniendo en cuenta los pocos factores modificables de riesgo conocidos para el cáncer de próstata, la comprensión de los factores alimentarios y métodos de cocción son de relevancia para la salud pública", concluye el Dr. Stern.